El Tata Aria es la apuesta del fabricante indio para luchar a medio camino entre dos segmentos; el de los monovolúmenes y el de los SUV o todocamino. Según afirma Luis Villamil, del departamento de comunicación de la marca, el Aria es, por concepción mecánica, un Todocamino o Crossover, aunque manteniendo una estética de monovolumen.
Entroncándose en las últimas tendencias de diseño de la marca, la imagen del Aria aporta unas líneas relativamente modernas en las que destaca la gran parrilla cromada del frontal, los aletines de los pasos de rueda y la línea descendente del cristal lateral trasero que disimula en parte la altura real de la parte posterior. Desde Tata destacan igualmente el importante salto cualitativo en cuanto a acabados, con un cuidado al detalle que incluye tiradores de puertas en cromado, parasoles con extensiones o salida de climatización hacia todas las plazas.
Con una tercera fila de dos asientos escamoteables, el Tata Aria es un siete plazas cuya fila intermedia permite también un abatimiento asimétrico para facilitar la modularidad interior, pudiendo llegar a obtener un suelo plano al abatir completamente la segunda fila de asientos. El maletero del Aria ofrece 518 litros de capacidad en su configuración más habitual de cinco plazas, pudiendo contar con 214 litros si optamos por siete ocupantes y llegando a los 1.777 litros si abatimos la segunda y tercera fila de asientos.
La mecánica elegida para mover al modelo indio es propia de Tata y ya es conocida por impulsar al pick-up Xenon. Con cuatro cilindros y 16 válvulas, se trata de un propulsor diésel sobrealimentado por turbo de geometría variable y alimentado por conducto común que alcanza una potencia máxima de 150 CV con un par máximo de 320 Nm en un rango de trabajo de entre las 1500 y 3000 rpm, lo que ha de proporcionar suficiente capacidad para mover con relativa soltura al modelo. De hecho, la velocidad máxima ha sido autolimitada a 170 km/h mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h se consigue en 13,7 segundos, obteniendo un consumo combinado de 7,2 litros por cada 100 kilómetros. Las emisiones de CO2 se sitúan en 190 gramos por kilómetro, situándose así en la franja del 9,75% del impuesto de matriculación.
Entre los elementos mecánicos curiosos del Tata Aria destaca la existencia de una caja de cambios de sólo cinco velocidades, el uso de un chasis de largueros y travesaños que procede del Tata Xenon y la posibilidad de contar con un 4x2 que se impulsa mediante las ruedas posteriores o de un 4x4 dotado de un embrague electromagnético intermedio que mantiene un mínimo de un 8% del par en las ruedas delanteras pero que puede llegar a ofrecer un reparto 40/60 entre los ejes delantero y trasero.
El Tata Aria dispone de una garantía de tres años o 100.000 kilómetros y sólo dispone opcionalmente de la pintura metalizada, pues en su equipamiento de serie está también incluido hasta un navegador. El precio de la pintura metalizada es de 370 euros y existe la posibilidad de financiar la compra del vehículo a través de unas condiciones especiales ofertadas por el Banco Cetelem.