No hace falta ser un experto en técnicas de mercado para saber que el Toyota C-HR es un modelo de éxito, simplemente porque se ve muy a menudo por nuestras calles. Arriesgaron con el diseño y acertaron de pleno. Ahora, prácticamente dos años y medio después de su lanzamiento, se actualiza con una serie de mejoras que le harán, sin duda, mas competitivo.
Algunos clientes demandaban algo más de potencia para un modelo que tiene una puesta en escena muy deportiva. Los 122
CV del sistema 1.8
híbrido ofertado en solitario se quedaban algo cortos para aquellos conductores que les gusta disfrutar al volante.
Problema resuelto, porque se ha incorporado la mecánica 2.0 Hybrid del Corolla, ya con 184 CV de potencia total. De esta manera se dota a esta versión de nuevos bríos en cuanto a rendimiento. Alcanza los 180 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, prácticamente tres segundos menos que el modelo de entrada. El consumo medio homologado en ciclo WLPT es de 5,3 litros (4,8 en el 122 CV).
El
propulsor de
gasolina de dos litros ofrece 152 CV, presume de una eficiencia térmica del 41 por ciento, ciclo Atkinson, inyección directa o indirecta en función de su carga de trabajo y ajuste variable de apertura y cierre de las válvulas. Por su parte, el motor eléctrico ofrece una potencia de 109 CV. El sistema híbrido también cuenta con una
transmisión automática con variador continuo, aunque se han fijado seis relaciones escalonadas en su mapa, un tanto artificiales.
El chasis ha sido revisado a nivel de suspensión para 'sujetar' mejor los balanceos de la carrocería provocados por su mayor rendimiento. También se ha retocado la asistencia y precisión de la dirección y el tacto del pedal del freno. La batería que alimenta el sistema eléctrico es de níquel e hidruro metálico, se ubica debajo del asiento trasero y se carga por efecto de la frenada regenerativa o por la asistencia del motor térmico en momentos puntuales.
Se mantiene la variante 1.8 Hybrid de 122 CV, que incorpora todas las mejoras descritas anteriormente, salvo la de la suspensión. Incluso la batería es nueva en esta versión. Ahora monta una de iones de litio, más ligera, compacta y eficiente. Quizás hubiera sido más lógico montar la batería más avanzada en la variante más prestacional, y mantener la de níquel en el 122 CV, como hasta ahora. Nos comentan que por problemas de logística y fabricación se ha optado por esta solución un tanto 'salomónica'.
Ya comentamos al inicio que el diseño ha sido la principal baza de compra de este modelo.
El C-HR matiza, sin embargo, su imagen. Sin ceder 'agresividad' y deportividad, es cierto que el conjunto se remata ahora con algo más de rigor. Retoca así el paragolpes delantero, los grupos ópticos con intermitentes integrados, se eleva la posición de los
antiniebla y las tomas de aire son más generosas. En la zaga los pilotos incorporan intermitentes dinámicos, se apuesta por un difusor más llamativo y dobles salidas de escape (artificiales) en la versión más potente. Se añaden además tres colores nuevos.
Asimismo, se ha trabajado para mejorar la
insonorización del interior y el
habitáculo se remata con más calidad en la consola central y en los paneles de las puertas. Se ha optimizado la ergonomía porque el asiento del copiloto cuenta con regulación en altura y el del conductor presenta regulación eléctrica. Además incorpora elementos premium, como un equipo de sonido de alta fidelidad JBL con 800W o un asistente que controla la calidad del aire que respiramos.
Se conserva la habitabilidad del conjunto y la capacidad del maletero, con 377 litros. Aquí hay que hacer un matiz porque la versión más potente pierde 19 litros debido a que se traslada al compartimento de carga la batería auxiliar de 12V, debido a que no cabe bajo el capó delantero porque el motor 2.0 es más grande.
También se demandaba, y con criterio, una conectividad puesta al día y al nivel de sus principales rivales. Ahora ya es posible una integración plena del smartphone con Apple CarPlay y Android Auto, actualizaciones más sencillas de mapas sin necesidad de cables y presume del módulo de llamada de emergencia e-Call. Además se añade
la aplicación MyT by Toyota, que permite desde el móvil localizar el vehículo, compartir rutas, realizar el último tramo a pie, gestiónar del mantenimiento del vehículo... Esta completa aplicación también graba los datos de conducción y un 'coach' virtual nos dará consejos personalizados para realizar una conducción más eficiente, asesorándonos en puntos concretos de la ruta realizada, tras analizar los registros. Por ejemplo si hemos frenado tarde o acelerado demasiado pronto, el 'gas' en pendientes...
Por último, la seguridad se incrementa considerablemente.
De serie en toda la gama incorpora el Toyota Safety Sense, que contempla un sistema precolisión, un control del crucero adaptativo, una alerta de cambio involuntario de carril, un control inteligente de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico. Los más equipados incorporan
iluminación adaptativa, alerta de tráfico cruzado en la zaga con función de frenado, sensores traseros también conectados a los frenos para evitar contratiempos, un control del ángulo muerto o un asistente muy avanzado de aparcamiento automatizado prácticamente autónomo.
Rodamos en la presentación con el C-HR 2.0 Hybrid de 184 CV y es evidente la mejora en cuanto a rendimiento. Incluso el cambio parece más agradable a la hora de 'correr', aunque no se elimina, ni mucho menos, ese desagradable efecto 'patinamiento' que se produce en fuertes aceleraciones. Utilizando el modo secuencial de las seis relaciones del cambio se maquilla algo todo lo anterior, pero apenas retiene al reducir. De cualquier forma, en una conducción más sosegada y en un entorno urbano este tipo de cambio se muestra refinado y confortable.
Es cierto que la variante más potente va algo más asentada en curva, pero sigue teniendo una acusada tendencia al
subviraje. Rodamos mayoritariamente por carretera y autovía y conseguimos consumos de 5,8 litros de media y una eficiencia eléctrica del 49%.
La marca asegura que esta cuarta generación híbrida puede circular hasta un 80% sin emitir emisiones en ciudad y alcanzar los 120 km/h circulando de manera totalmente eléctrica. El mando EV en la consola central nos permitirá rodar de manera exclusivamente eléctrica, si la capacidad de la batería es suficiente, aunque en el mejor de los casos será complicado superar un par de kilómetros de distancia.
El renovado C-HR llegará a nuestro mercado en enero de 2020. Lo hará con seis niveles de acabado, Active, Advance, Advance Plus, Launch Edition, Advance Luxury y Dynamic. El primero es exclusivo de la versión 1.8 Hybrid y los tres últimos sólo están disponibles con el nuevo 2.0 Hybrid. Todavía no se han hecho públicos los precios, pero sí que podemos acudir a una atractiva campaña de pre-venta. Salpica a la variante más potente 180H Advance Luxury y nos permite disfrutar de esta versión por 270 euros al mes, con cuatro años de garantía, otros cuatro de mantenimiento y uno de seguro a todo riesgo. Al terminar ese plazo se puede devolver o quedártelo en propiedad.La entrada supera los 5.000 euros.