Errar es de humanos, lo importante es darse cuenta a tiempo para poder subsanar los posibles errores tan pronto como sea posible,
intentando minimizar sus consecuencias. La firma japonesa
Toyota tiene muy bien aprendida esta lección, y por eso su política de revisiones suele ser bastante estricta, aplicándola
tan pronto como conocen y localizan cualquier incidencia que pueda ser masiva. Sin ir más lejos, hoy mismo se hace pública
la llamada a revisión de 6,5 millones de vehículos en todo el mundo por un fallo en el sistema de elevación de las ventanillas.
La compañía nipona necesita comprobar el funcionamiento del control principal de los elevalunas eléctricos, ya que puede llegar a producir un cortocircuito, con riesgo de sobrecalentamiento, y fundición de piezas, lo que a su vez supone liberación de humo y riesgo de incendio. De cualquier forma, desde el fabricante afirman que por el momento no han recibido informe alguno de accidentes causados por este defecto, aunque un cliente podría haber sufrido una quemadura en la mano, lo que parece casar con los síntomas descritos por Toyota.
De esos 6,5 millones de vehículos implicados en esta llamada, 1,2 millones habrían sido vendidos en Europa, 2,7 millones en Estados Unidos, 600.000 en Japón, y el resto se repartirían entre distintos mercados ajenos a los anteriormente citados.
Las unidades afectadas pertenecen a los modelos Auris, Corolla, Rav4 y Yaris, entre otros. Los producidos fuera de Japón tendrían fechas de fabricación entre agosto de 2005 y agosto de 2006 y de enero de 2009 a diciembre de 2010.
Esta nueva llamada se produce pocos meses después de que Toyota tuviera que realizar una operación de revisión que concernía
hasta a 10 millones de vehículos por el
caso Takata, en el cual la compañía se vio envuelta al montar airbags con defectos de la empresa Takata. Polémica en la que
también se vieron implicadas otras firmas como Nissan, Honda, Subaru, Mazda, o BMW, entre otras.