El creador de un concepto perdido
Toyota presentó su primer RAV4 describiéndolo como SUV, Sport Utility Vehicle, y en aquel momento la S tenía todo el sentido, con un automóvil de tres puertas y carrocería algo más elevada que contaba no sólo con buenas capacidades camperas, sino también con diseño dinámico, y un carácter sobre el asfalto que permitía disfrutar al volante gracias a la respuesta de sus mecánicas (que entregaban buena potencia a base de aumentar las revoluciones) y de su chasis, con suspensiones multibrazo y tracción a las cuatro ruedas.
Después de haber sido presentado exclusivamente con tres puertas, la primera generación del Toyota RAV4 se rindió a los requerimientos de mayor espacio, ofreciéndose posteriormente con cinco puertas que afeaban el conjunto. De ahí que en el año 2000 se presentara una segunda generación ya pensando en esta característica y, evolucionando en la tercera generación y en la cuarta (actual), el concepto SUV inicial ha desaparecido completamente en cuanto a la letra S (Sport) para convertirse en automóviles casi exclusivamente destinados a un uso familiar con escasas cuando no nulas cualidades deportivas.
Ahora, el Toyota RAV4 que se presentó en el año 2013 inicia un camino en el que se añade la característica de ecológico al concepto de coche familiar de aspecto todo terreno, que es al fin y al cabo en lo que se han convertido los todavía denominados SUV. Eso sí, no debemos olvidar que no se trata del primer SUV híbrido, ni siquiera del más avanzado en este concepto, pues dicha posición la ocupa por derecho propio el Mitsubishi Outlander PHEV, que no sólo es híbrido, sino también enchufable, y lo es desde el año 2012.