Volkswagen Golf Sportsvan 2017, prueba express

 

Partimos de la premisa de que el Volkswagen Golf es un icono. Dicho esto su amplia gama también se convierte en un aliciente a la hora de sumar en positivo. Y lo decimos porque no muchos modelos del mercado presentan una variedad tan rica de versiones. A las carrocerías con tres y cinco puertas, añade el familiar Variant y su derivado campero Alltrack, las versiones híbridas GTE y eléctrica e-Golf, la más deportiva R y el círculo se cierra ahora con la llegada de la nueva variante Golf Sportsvan.

 

Sí, hay vida más allá de los SUV. Recordad que hace unas semanas ya probamos el nuevo T-Roc, una especie de Golf aventurero que 'canibalizará' alguna venta a al Golf. Normal. Pero más allá de la estética, la funcionalidad sigue siendo muy apreciada por los conductores que se desplazan con su familia, y ahí es donde el Golf monovolumen juega su gran baza.

 

Seguramente su diseño sea el que menos llama la atención de toda la familia. Por tamaño (4,35 metros de longitud) se sitúa entre las versiones cinco puertas y el Variant. También comparte con el resto de la gama la avanzada plataforma modular transversal MQB, pero en este caso estira su distancia entre ejes hasta los 2,67 metros, es decir, cinco centímetros más que sus mencionados hermanos, con el fin de dotar al interior de una mayor habitabilidad.

 

 

Exteriormente el nuevo modelo es reconocible gracias al nuevo paragolpes frontal y al renovado diseño de los faros, ahora con tecnología led, lo mismo que los pilotos traseros. Eso es lo que salta a la vista porque lo que no se ve, pero se siente, no sufre cambios. Nos referimos a que la última puesta en escena del Golf Sportsvan hereda los detalles técnicos y mismo ajustes a nivel de dirección, chasis o amortiguación que las versiones cinco puertas, a pesar de su fisonomía más voluminosa.

 

El interior apenas sufre cambios con el modelo precedente. Estos apenas salpican a nuevas tapicerías, un volante multifunción o un reposabrazos central. Sin embargo, la baza del espacio y la modularidad sí que da un salto significativo  si lo comparamos con otras versiones del Golf. Respecto al cinco puertas gozamos de una mejor visibilidad al ir sentados en una posición más elevada (hasta 8,5 centímetros más altos) y el cuadro de mandos se sitúa en una posición también más elevada para facilitar su visión a esa postura, más de 'silla' que de butaca.

 

 

Algo similar ocurre en los asientos de la segunda fila. Las banquetas se sitúan 8,4 centímetros por encima de las de un 'Golf convencional' y se pueden deslizar longitudinalmente por partes (60/40) hasta 18 centímetros, acción que permite jugar con el espacio para las piernas o del maletero. Además, el respaldo se puede regular ahora en inclinación con varias posiciones, aspecto que repercute tanto en el confort como en el espacio en el compartimento de carga. Y los más pequeños viajarán más entretenidos gracias a las mesitas abatibles tipo avión que se instalan en los respaldos delanteros.

 

 

Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir el Golf Sportsvan frente a 'otros' es su gran capacidad de maletero. Presume de una capacidad que oscila entre los 590 litros y los 1.520 si se abaten los respaldos traseros, resultando, por cierto, un piso de carga plano muy útil a la hora de introducir objetos voluminosos. Eso sí, en este sentido no llega a la capacidad del Golf Variant (605-1.620 litros), pero sí que supera con creces al Golf cinco puertas (380-1.270 litros).

 

 

Más novedades encontramos en el aspecto tecnológico. Bajo el capó la oferta contempla cinco motorizaciones, tres de gasolina y dos diésel. Las primeras son completamente nuevas; comienza con un 1.0 TSI tricilíndrico de 110 CV y concluye con dos variantes que parten del mismo bloque 1.5 TSI Evo, con 130 y 150 CV. Este bloque, ya de cuatro cilindros, contempla una avanzada gestión activa de cilindros ACT capaz de desconectar en marcha dos de ellos cuando la carga del motor lo permite. Esta función se realiza sin que el conductor tenga que intervenir y tendrá que ser un lince para darse cuenta de ello porque se realiza con una 'dulzura' y un refinamiento que pasa totalmente desapercibido. El objetivo es claro: ahorrar combustible.  Y de hecho el consumo medio de estas dos versiones con 130 y 150 CV es de 5,1 litros, sólo 0,1 más que la variante de acceso tricilíndrica. No se comercializará en España un 1.0 TSI de 85 CV que sí se ofrece en otros mercados.

 

Por su parte, los que prefieran diésel tendrán ocasión de elegir entre los conocidos 1.6 TDI de 115 CV y 2.0 TDI de 150. Las versiones de 150 CV se asocian exclusivamente a una transmisión automática DSG de siete relaciones, la de entrada en gasolina sólo está disponible con caja manual de seis velocidades, y en el resto se puede elegir entre una u otra opción. Todos los propulsores ya están disponibles, salvo el 1.6 TDI, que lo hará en los primeros compases de 2018.

 

 

Tuvimos ocasión de probar el nuevo 1.5 TSI Evo 130 caballos con caja DSG, la más equilibrada en gasolina. Lo cierto es que su respuesta desde apenas 1.400 rpm es muy convincente y sube incluso por encima de las 6.000 vueltas si mantenemos pisado el acelerador con energía, con un notable rendimiento, aunque los decibelios también se multiplican más de lo que esperábamos en el habitáculo.

 

También tuvimos ocasión de rodar brevemente con el 1.0 TSI de 115 CV, un motor muy agradable pese a su naturaleza tricilíndrica. En este caso había que 'trabajar' porque el cambio es manual, y no nos sorprendió su rendimiento, excelente, porque ya tenemos referencias en otros modelos del Grupo Volkswagen. De hecho llama la atención que ofrezca el mismo valor de par máximo que el 1.5 TSI de 130 CV: 200 Nm.

 

De todas formas las condiciones del recorrido, con mucho tráfico y gran parte del escenario urbano, no nos permiten evaluar su dinámica de una manera convincente, así que tanto su comportamiento como consumos los dejaremos para cuando el vehículo pase por nuestras manos de una manera más exhaustiva.

 

 

El Golf Sportsvan se comercializa con los acabados Edition, Advance y Sport. El de acceso ya contempla en su dotación de serie luces led, control de velocidad de crucero Tempomat, volante multifunción, faros antiniebla, AppConnect o el equipo multimedia Composition Media con pantalla táctil de 8 pulgadas.

 

El salto al acabado Advance se traduce en 2.050 euros más y añade elementos como un control de crucero adaptativo ACC, climatizador, pantalla multifuncional Premium, cámara trasera, barras en el techo, el asistente Park Pilot o el paquete Luz y Vision.

 

En lo más alto el acabado Sport añade faros Led, llantas de aleación de 17 pulgadas, un asistente con modos de conducción, retrovisores exteriores abatibles eléctricamente o un techo panorámico eléctrico, entre otros elementos. El sobrecoste se traduce en 2.900 euros más.

1.0 TSI EDITION 110 CV 22.370 EUROS

1.0 TSI ADVANCE 110 CV 24.420 EUROS

1.5 TSI EVO ADVANCE 130 CV 36.360 EUROS

1.5 TSI EVO DSG ADVANCE 130 CV 28.230 EUROS

1.5 TSI EVO DSG ADVANCE 150 CV 29.740 EUROS

1.5 TSI EVO DSG SPORT 150 CV 32.660 EUROS

 

2.0 TDI DSG ADVANCE 150 CV 31.110 EUROS

2.0 TDI DSG SPORT 150 CV 35.370 EUROS