Un automóvil de 4,65 metros de largo y con una batalla de 2,65 metros debería tener, por lógica, suficiente espacio para las plazas posteriores, y el Volkswagen Jetta no se escapa a este razonamiento. Tanto las cotas de altura para la cabeza como de longitud para las piernas son más que suficientes para ocupantes de tallas medias y altas (hasta 1,80 disponen de espacio de sobra) mientras que la anchura quedará muy justa si lo que deseamos es que viajen tres adultos en las plazas posteriores. El diseño está realizado pensando en dos ocupantes, y éstos encontrarán no sólo espacio, sino unos asientos bien estudiados para proporcionar confort en viajes largos. En la zona central el reposabrazos dispone de dos huecos para poner bebidas y da acceso al maletero mediante una tapa practicable para poder transportar objetos largos.
Desde la zona central delantera se ofrecen unas salidas de aire para la parte posterior que podemos regular aunque no disponemos de control de climatización específico, pues sólo contamos con climatizador bizona para las plazas delanteras. Eso sí, bajo dichas salidas de aire existe una toma de corriente de 12 voltios y un pequeño hueco con tapa en el que dejar impedimenta que se suma al disponible en las puertas, que no es tremendamente grande pero sí cuenta con un tamaño razonable.
El maletero puede abrirse tanto con el mando a distancia como con un botón dispuesto en la puerta del conductor. si deseamos ampliar la capacidad de carga contamos con unos botones situados en el maletero que permiten desbloquear los asientos y, mediante unos tiradores de tela, se pueden abatir los asientos posteriores de manera asimétrica. Con un maletero muy grande en Volkswagen han considerado oportuno ofrecer una rueda de repuesto de tamaño normal lo que, a nuestro juicio, es toda una ventaja. Como suele ocurrir en la mayoría de las berlinas el mayor impedimento para llevar objetos grandes o para llenar el maletero se encuentra en una boca de carga relativamente pequeña. Como elementos de utilidad para la estiba tenemos una red en el lateral derecho y un comportamiento variable en el izquierdo en el que también hay una práctica cincha para sujetar, por ejemplo, un bidón de aceite.