Los departamentos de investigación y desarrollo de las marcas de automóviles no paran de trabajar en diferentes ámbitos de actividad, como en la creación de nuevas tecnologías orientadas al confort o a mejorar la seguridad de los vehículos, así como en el aumento de la eficiencia de los motores convencionales o en la utilización de métodos de propulsión alternativos y con un impacto medioambiental reducido. Sin embargo, hay ocasiones en el que las exigencias se relajan y los jefes dejan soñar a los diseñadores e ingenieros, que dan rienda suelta a sus instintos automovilísticos y crean modelos de ensueño.
El último verso suelto de los departamentos de desarrollo de las marcas es el nuevo Volvo S60 Polestar Concept, que ha sido creado de forma conjunta entre la marca sueca y su división deportiva y de competición Polestar, como una variante de la versión convencional del S60, pero con altas prestaciones que buscan convertir a este automóvil en un vehículo deportivo en toda regla, gracias a su potencia, sus prestaciones, su maniobrabilidad y la experiencia de conducción que aporta.
El nuevo juguete de la empresa con sede en Göteborg (Suecia) incorpora un propulsor de gasolina con turbo que ofrece una potencia máxima de 508 caballos, lo que supone un incremento de la fuerza considerable en comparación con la opción de serie del motor T6, que desarrolla 308 cv. Con esta mecánica, el coche es capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 300 kilómetros por hora, mientras que su aceleración 0-100 km/h se sitúa en 3,9 segundos.
Para poder soportar la elevada exigencia de esta motorización, los ingenieros de Volvo han rebajado, ensanchado y reforzado el chasis del vehículo, al tiempo que incorpora un sistema de tracción a las cuatro ruedas Haldex y una suspensión desarrollada por la empresa Öhlins, que permiten disponer al coche de una gran estabilidad y hacen que el conductor pueda tener el control de modelo en todo momento.
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