El fabricante sueco Volvoexpande sus nuevos rasgos de diseño al benjamín de su gama, el V40. El compacto que llagaba al mercado en 2012 recibe un sutil lavado de cara de mitad de ciclo; un facelift que se centra en el campo estético, aunque también recibe novedades limitadas en el ámbito tecnológico y mecánico.
El Volvo V40, así como sus variantes cross country y R-Design, reciben simultáneamente una sutil actualización que notaremos especialmente es sus respectivos frontales, incorporando todos ellos nuevas ópticas con el característico martillo de LED que estrenó la firma sueca con el nuevo XC90, además de rediseñarse el paragolpes delantero. Por lo demás no percibimos ninguna otra novedad más allá de nuevos diseños de llantas y una paleta de colores de carrocería más completa.
Los cambios son prácticamente igual de ligeros en el interior. Se anuncian nuevos acabados para las inserciones, nuevas tapicerías y opciones hasta la fecha no disponibles como el techo interior en color negro.
El equipamiento de la gama Volvo V40 se refuerza con la tecnología Cleanzone del sistema de climatización; una tecnología encargada de garantizar una óptima calidad del aire del interior del habitáculo, quedando afuera habituales contaminaciones nocivas. De igual manera el sistema Volvo On Call se refuerza con una app con la que podremos sincronizar nuestro dispositivo móvil con algunos elementos del vehículo, siendo uno de ellos el sistema de navegación.
En cuánto al la oferta mecánica desconocemos hasta que punto se verá afectada por esta actualización, pero desde Volvo adelantan que han reforzado la eficiencia del V40 D2, reduciendo sus emisiones hasta los 89 gramos de Co2 por km.