Dos caras de una misma moneda; el amargo sabor de una victoria sin honor para Vettel, el amargo sabor de un podium quizás no tan merecido para Hamilton. Hablando con un piloto en activo me comentó una vez que para estar en lo más alto de las carreras era imprescindible tener cierta capacidad de hacer lo que fuera necesario para vencer. Vettel ha demostrado que es capaz de desobedecer órdenes de equipo, Hamilton ha demostrado que es capaz de reconocer que obedeciéndolas no se hacía justicia con su compañero de equipo.

Es poco probable que volvamos a ver un podium de F1 con caras tan largas como el que se vivió ayer en el Gran Premio de Malasia. Vettel, autodenominado "oveja negra", decía que: "es probablemente difícil de explicar lo ocurrido; le pasé deliberadamente, es obvio que quería pasarle, se pudo ver, de otro modo no lo habría intentado, pero no pretendía ignorar la estrategia. Simplemente, cometí un error". Mark Webber, otrora promesa australiana destinada a ser firme candidato a campeón del mundo de la F1 y relegado actualmente en Red Bull a ser fiel escudero de Sebastien Vettel, saboreaba la posición más amarga, segundo de nuevo, el primero de los perdedores, comprobando cómo el compañero al que él ha cedido tanto fue incapaz de ceder, por una vez, lo que Mark había ganado por méritos propios. Las palabras se las lleva el viento, las lamentaciones de Vettel tras la carrera suenan vacías ante sus efectos, por tus acciones te conocerán, Sebastien ha dejado claro que es un lobo depredador de victorias, aunque para ello tenga que pelear contra su propia manada.
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En el mismo redil tres personajes: oveja negra o lobo, fiel compañero herido y el eterno oscuro enemigo que lucha por ganarse el favor de un nuevo grupo. Lewis Hamilton, fuera de las faldas de McLaren, busca encajar en Mercedes sin menospreciar a Rosberg, un rápido y peligroso compañero al que desbancó del tercer escalón del podium quizás sin merecimiento, pero con una honradez impecable: "Si soy honesto realmente creo que Nico debería estar aquí..." "...con la posición del campeonato quizás era lógico que mantuviéramos las posiciones que teníamos. Pero sí, tengo que felicitar a Nico porque condujo de un modo mucho más inteligente y realizó una carrera mucho más controlada que la mía"