Italiano por carácter
Dicen desde Ferrari que el 458 Italia es un claro paso adelante respecto a sus predecesores con motor central trasero. En Ferrari aseguran que conjuga estilo, creatividad natural, pasión y tecnología de vanguardia. Más aún, aseguran que por dichas características se conoce al país de la bota y que, por ello, el 458 se llama Italia. Como es tradición, el 458 proviene de la cilindrada (4,5 litros) en combinación con el número de cilindros (8).Michael Schumacher ha intervenido en el diseño y creación del 458 desde el comienzo, y parece que dicha intervención ha creado un ambiente interior directamente derivado de la competición.
Técnicamente, el 458 incluye efectos aerodinámicos que imprimen una presión de 140 kg circulando a 200 km/h. Una característica que le vendrá bien a un Modelo que ofrece 570 CV a 9000 rpm. Con un peso de 1380 kilos, la relación peso potencia es de 2,42 kg/CV, dejando un 58% del peso sobre el eje trasero. Así, no es de extrañar que alcance los 200 km/h en 3,4 segundos y consiga una Velocidad máxima de 325 km/h.
Por supuesto, las innovaciones dispuetas en el chasis han sido enfocadas para digerir sin atragantarse todo este potencial. Como ejemplo baste decir que los sistemas electrónicos E-Diff y F1-Trac, controlados ahora por la misma centralita, permiten una mejora de aceleración a la salida de las curvas que la propia Marca sitúa como un 32% superior al Modelo precedente.
La transmisión se realiza mediante un cambio robotizado de doble embrague y siete relaciones. Lógicamente, los consumos no son lo más importante en un automóvil como éste, aunque casi pueden considerarse contenidos, pues los 13,7 litros de media que consigue parecen poco en un automóvil de su potencial.