La hermana R-abiosa de la Street Triple
Hace pocas fechas tuvimos la oportunidad de tener en nuestras manos la Triumph Street Triple, moto de la cual quedamos entusiasmados por su entrega de potencia, manejabilidad y comportamiento, ahora nos ha llegado el momento de comprobar como funciona su hermana "cabReada" la Street Triple R, con más caballos, mejores suspensiones, mejores frenos y una estética más deportiva.
Triumph ha refinado su Street Triple, sacando aún más provecho de sus buenas aptitudes ya demostradas. Lo primero que nos llama la atención en la versión "R" es su estética un tanto más agresiva o deportiva, marcada por el color rojo del perímetro de las llantas, subchasis trasero, muelle del mono-amortiguador trasero y aletines cubre radiador con la letra R. Si te fijas, te darás cuenta que la horquilla delantera es negra satinada mientras que en la versión normal, las barras son de color dorado.
El cuadro de mandos es igual que el de la versión normal, con una información muy completa desde el consumo medio, marcha engranada, nivel de combustible, tiempos por vuelta (para circuito) etc.
Además de los cambios estéticos, donde realmente se nota la diferencia de la Street Triple R al modelo convencional, es en las suspensiones, el equipo de frenos y en los 8 CV más del motor tricilíndrico. La horquilla delantera es una Kayaba de 41mm, ajustable en precarga, extensión y compresión con un recorrido de 115mm, 5mm más que la versión convencional. La suspensión trasera está compuesta por un mono-amortiguador también Kayaba con deposito de gas independiente (piggy-back) de doble cámara, ajustable en extensión y compresión con un recorrido de 125mm, el mismo recorrido que la Street normal pero la R con posibilidad de multi-reglaje tanto delante como atrás.
Los Frenos de la Street Triple R, están compuestos por 2 discos flotantes de 310mm y pinzas radiales Nissin de 4 pistones en la parte delantera, y en la parte posterior una pinza Brembo simple con disco de 220mm. Este conjunto proporciona a la Street Triple R una gran frenada, mejorando con diferencia la de la Street normal. Se puede ampliar con el ABS desconectable en ambos modelos (opcional).
Con 183 kg en orden de marcha y 106 CV, esta tricilíndrica es pura suavidad y nobleza, con esto quiero decir que en cualquier lugar donde se encuentre la aguja del cuenta revoluciones, la entrega de potencia es contundente, sin sobresaltos, sabes que no te dará el susto cuando llegue a una cifra determinada de rpm, es una entrega contundente y lineal desde el principio pudiendo controlar tú, en todo momento la reacción de la Street Triple R. Como ya comentamos en la prueba de la versión estándar, el sonido de esta naked enamora sin remedio, tiene un bufido entre bronco y fino al mismo tiempo que hace las delicias del que va conduciendo esta tricilíndrica. El cambio suave y preciso hace la conducción más especial y agradable.
Una vez que te subes encima, notas lo manejable y ligera que es, con una posición de conducción que no te recarga los brazos y la espalda con el paso de los kilometros, las estriberas están un poco altas para evitar roces con el suelo en inclinadas fuertes y para conseguir una postura encima de la moto que aporte mejor dominio de la misma al piloto. Hablar de autopistas o autovias con esta moto no tiene mucho sentido, ya que el grado de protección contra el viento es nulo, aunque con la minicúpula (opcional) te da mejor sensación adoptando una postura casi tumbado sobre el depósito.
La Triumph Street Triple R, pide a gritos carreteras reviradas o puertos de montaña con curvas interminables de izquierda a derecha y sin descanso. El conjunto de chasis suspensiones y motor, te permite disfrutar de su precisión a la hora de hacer un cambio de dirección rápido o una apurada de frenada casi al límite, sin dar muestras de nerviosismo en su dirección sin necesidad de ayudas como amortiguadores. Está claro que su ámbito natural son las curvas, es donde más partido puedes sacar a tu Street Triple R. Una moto muy recomendable de la que nadie se arrepiente cuando se la compra.
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