• La utilización de herramientas de diseño CAD y realidad virtual puede llegar a acortar en un 25% los ciclos de diseño de nuevos vehículos.
• Gracias a estas soluciones tecnológicas, los procesos de desarrollo de JLR son hoy un 40% más eficientes que diez años atrás
Madrid, 21 de diciembre de 2011 –
Jaguar Land Rover (JLR) llevará el uso que ya hace del diseño CAD y la realidad virtual a un nivel superior. Según ha explicado Brian Waterfield, responsable del centro de realidad virtual de JLR, la compañía proyecta crear una fábrica virtual para que todo el proceso de montaje de sus vehículos pueda ser evaluado en términos de eficiencia, ergonomía y calidad. La idea es añadir también un simulador virtual de conducción en el que se incluirá un interface hombre-máquina y la capacidad de producir fotografías realistas en 3D y filmaciones que serán utilizadas en las labores de comunicación y marketing de cara al mercado.
En siguientes etapas, la compañía tiene pensado seguir evolucionando hacia lo que será el futuro cercano de la realidad virtual en el sector automovilístico: la tecnología táctil, que nos permitirá tocar y sentir en el mundo virtual situaciones aplicadas a la conducción, una técnica que ya se está utilizando en los ámbitos quirúrgicos. Pero, como explica Waterfield, “el objetivo más elevado es llegar a crear una plataforma virtual completa de fabricación para los modelos Range Rover y Land Rover en la que estos se construirán sin necesidad de desarrollar prototipos físicos. El poder de los ordenadores y de nuevas aplicaciones como la realidad de aumento están ganando terreno por lo que, antes de lo que pensamos, llegará el día en que podamos producir, literalmente, un coche completo desde una pantalla”.
La utilización del diseño CAD en ingeniería y fabricación no es nada nuevo; viene siendo ampliamente utilizado en los sectores automovilístico, naviero, aeroespacial e industrial, y en otras disciplinas, como la arquitectura o la medicina, desde principios de los 80. Pero la complicada situación económica actual ha hecho que muchas compañías reenfoquen su atención hacia las prácticas de diseño virtual y valoren sus nuevas posibilidades: el software CAD puede llegar a acortar en un 25% los ciclos de diseño; disminuir en un tercio los costes de desarrollo y reducir en un 20% el coste asociado a residuos.
En el sector automovilístico, la contribución de la realidad virtual a los procesos de creación de vehículos sigue evolucionando y superando las expectativas de los expertos cada día, como demuestran los resultados del equipo de simulación de JLR que, desde hace cinco años, combina el software de diseño (CAD) más avanzado con herramientas de análisis (CAE), de ingeniería de sistemas (CASE) y de simulación (VME) para crear sus modelos.
“The Cave”: el gran aliado de JLR
El centro neurálgico de simulación virtual de JLR está en la herramienta denominada “The Cave”, creada por la propia compañía. Consiste en una habitación en la que tres de las paredes y el techo se convierten en pantallas para proyecciones simultáneas 3D de los vehículos (o sus piezas) generados por ordenador; y es la herramienta responsable de que los procesos de desarrollo de JLR sean hoy un 40% más eficientes que diez años atrás. Sólo en los últimos 24 meses, las unidades de diseño e ingeniería le han ahorrado a la compañía gracias a “The Cave” más del triple de los costes tradicionalmente ligados al desarrollo de sus vehículos.
Como indica Waterfield, “las simulaciones por ordenador de nuestro centro de realidad virtual permiten a los ingenieros visualizar componentes y modelos 3D, incluso el vehículo completo, mucho antes de que las piezas reales estén disponibles. Las imágenes 3D en alta resolución les capacita para trabajar en la mejora de características tanto en el interior como en el exterior del coche y garantiza perspectivas asombrosas de cada pieza, de cada espacio, de cada volumen del vehículo”.
No es así extraño observar cómo, en una escena digna de la película Minority Report, el propio Brian Waterfield, pertrechado de un par de gafas 3D, dirige en “The Cave” un mando a distancia de última generación hacia la pantalla gigante que tiene frente a sí para guiar un tour virtual que muestra todos los secretos de uno de los modelos estrella de la compañía, el Range Rover Evoque.
Cuando el ejecutivo desplaza el dispositivo hacia la izquierda, el vehículo gira sobre un eje invisible y muestra cada milímetro de su carrocería. Con un movimiento hacia adelante, nos transporta al
maletero. Un nuevo giro y estamos en el espacio destinado al cambio de marchas. La espectacular demostración no sólo permite acceder con todo lujo de detalles a la dinámica del nuevo Evoque sino también conocer la forma en que “The Cave” está ayudando a la compañía a introducir mejoras en el diseño de sus vehículos.
Pero, como expone Waterfield, “sobre todo, la utilización de la realidad virtual ha reducido drásticamente la cantidad de los costosísimos prototipos físicos necesarios durante el proceso de desarrollo de cada nuevo modelo, así como el número de kilómetros recorridos en sus pruebas”. Por poner estos datos en perspectiva, la compañía necesitaba construir una media de 250 prototipos en el proceso de diseño de un nuevo modelo de coche. Gracias a la realidad virtual, esta cifra se ha reducido en cerca del 50% hasta llegar a los aproximadamente 130 ó 140 prototipos actuales.