F1: La nueva "burbuja" económica

Este fin de semana, seguramente por temas horarios, han llegado dos noticias: una de Australia y otra de la India que, a mí, me han preocupado. Vamos, que no es para desesperarse, pero como que escribo (y algo me pagan por ello) de F1, cuando leo que el alcalde de Melbourne ha declarado que elGP de Australia, que se disputa en su ciudad, le cuesta al ciudadano –al contribuyente- la friolera de 50 millones de dólares, se me ponen los pelos, y otras cosas, de punta…

Casi al mismo tiempo, el responsable del nuevo Gran Premio de la India que se disputará, según consta en el calendario de la FIA 2011, el próximo mes de octubre, ha dimitido para aceptar una oferta más sabrosa económicamente (y más viable…) que lo que le ofrecían los del GP de la India. En los dos casos, el nexo común no es otro que: las dudas sobre la validez de los proyectos que, en épocas pretéritas –cuando todos éramos más ricos- nadie se cuestionaba, pero que hoy tal como está el mundo, quien más quien menos, como es este caso, se plantea sirealmente  la F1 vale lo que piden por ella…

El bueno del Alcalde de Melbourne ha sido honesto en sus declaraciones: laF1 es deficitaria por un valor de 50 millones de dólarescada año; cantidad que debe salir de las arcas públicas y como que estas tampoco es que estén muy saneadas, no cabe otra solución que inventarse -como ya ha anunciado- un nuevo impuesto para recaudar, al menos, 18 millones de dólares y poder así enjuagar, no toda, pero si buena parte de la deuda que aún tiene el ayuntamiento desde el pasado GP de Australia de F1.

Con respecto a los indios, el directivo que ficharon para que llevara adelante la organización del GP de la India, previa construcción de un circuito cerca deNueva Delhi (en medio de uno de uno de los entornos más miserables del mundo) ha dimitido. Según él por una jugosa oferta económica. Según otros, porque veía inviable terminar el circuito a tiempo, organizar un Gran Premio de F1 y salir airoso de la situación, en un país en el que la opulencia de unos pocos y la mseria de unois muchois, conviven que dá asco.

En ambos casos a ese nexo de laduda, se alñade, según mi opinión, otro: la honestidadde ambos profesionales en sus respectivos proyectos. Quizá la F1 (Ecclestone y la FIA) debería replantearse muchas cosas, y no solo que los monoplazas deF1 sean más baratos. Quizá también deberían plantearse que a lo mejor laF1 morirá por su propia “burbuja”. Como pasó con los constructores inmobiliarios: tanto hincharon su "burbuja" que, al final, estalló.