A punto de que la FIA le acuse a él, y a McLaren, de mentirosos, Lewis Hamilton ha comentado que, a lo largo de esta última semana, ha pensado muy seriamente en dejar esto de la F1. Y lo dice con su particular tono de voz; esa que pone un niño cuando después de haber hecho una gamberrada se lo cuenta a sus padres. Así lo hizo, hace una semana, en una rueda de prensa en la que pidió disculpas por el tema (por la "bola…") sobre si Trullile adelantó o le dejó que lo adelantara; una rueda de prensa en la que incluso, para que veas como está el patio, algunos periodistas, aplaudieron al piloto por tan sinceras palabras... Monsergas…, esta es mi opinión.
Mañana (para algunos hoy) el Consejo Superior de la FIA, con la presencia del máximo responsable de McLaren, dictaminará si las mentiras del equipo y las de Hamilton, son punibles. Y claro, desde hace unos días Hamilton (que también mintió y, además, se mofó de los comisarios con posterioridad) lo tiene, con perdón, negro, muy negro…
Una forma de defensa, es lo que está haciendo: poner cara de preocupación, con semblante cabizbajo y dibujando media sonrisa cuando habla con uno o con otro. Su padre también está jugando a favor de su hijo; se abrazan antes de que este se suba al monoplaza. El, el piloto, besa a su padre y ambos se reconfortan mutuamente, porque el mundo, creen, está contra ellos. !!!! Y una leche!!!. Mintieron y eso se paga.
Nadie discute que Hamiltones un piloto bueno, excepcional. Nadie pone en tela de juicio sus indudables cualidades al volante, pero lo que no está bien es que este “niñato” que en más de una ocasión (y solo lleva un par de años en la F1, este será el tercero) haya protagonizado la mayoría de incidentes relevantes en el seno de su propio equipo; el que le paga lo mucho que cobra.
En suma, mañana sabremos cual es el final del caso McLaren. Sabremos si las mentiras y los engaños pasan factura en la F1. Personalmente, creo que la FIA , como siempre, será comedida, pero algo le va a caer. Si no los penalizan, de alguna u otra manera la actual F1 confirmará lo que presumíamos, y que no era otra cosa que la F1, mal que nos pese, es solo una fantochada…