Historia del neumático (II)

En la evolución de las ruedas hay que hablar del descubrimiento que Hérissant y Macquer realizan hacia 1768. Se trata de la solubilidad del caucho en la esencia de trementina o éter. Dicho descubrimiento abre el camino para que, en 1819, Thomas Hancock se aperciba de que, después de trabajar el material en bruto, se puede transformar en una masa plástica y pastosa.
Posteriormente, en 1823, Mackintosh inventa la impermieabilización de los tejidos cuando descubre el nafta (aceite de hulla). No obstante, cuando hace calor el caucho se vuelve pegajoso, mientras que con el frío se vuelve duro y se rompe, siendo por tanto un gran inconveniente para su uso.
Todo lo anterior se pone en conjunto por Charles Goodyear que, en 1839, y mediante la aplicación de calor sobre una mezcla de caucho y azufre, descubre el procedimiento de la vulcanización, que permite obtener las propiedades elásticas a la goma.
Otro descubrimiento importante para los neumáticos se realiza en 1835, cuando Charles Dietz pone en las llantas de su tractor unas bandas de corcho y después de caucho, creando con ello la rueda de caucho macizo.