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SEAT cumple 60 años

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Si bien la antigua Sociedad Española de Automóviles de Turismo S.A. se fundó el 9 de mayo de 1950, SEAT dista mucho de ser un pensionista. Después de una historia sembrada de hitos memorables, el fabricante español de automóviles puede hacer gala en la actualidad de su carácter distintivo y de una estrategia clara, con una dinámica gama de modelos, la más avanzada tecnología y un diseño que causa emoción.

Y en el Centro Técnico ubicado en la localidad española de Martorell se está trabajando muy intensamente en el futuro: el prototipo IBE ofrece una primera impresión de cuán emocionantes serán los automóviles españoles en la era de la electro-movilidad.

Su historia

La Marca accede a la madurez con una gama de productos consolidada, llevando a sus espaldas el valioso bagaje de la experiencia y preparada para afrontar los retos del mañana con garantías de éxito. SEAT materializa a la vez el pasado, el presente y el futuro de la industria automovilística de nuestro país.

Desde su integración en el grupo VW se ha convertido en un sello destacado, presente en la mayoría de segmentos del mercado con una amplia gama de modelos de diseño propio, caracterizados por su fuerte personalidad y su estilo mediterráneo. Formando parte de este gran consorcio SEAT se beneficia de la inversión común en investigación y desarrollo, el acceso a las tecnologías más avanzadas y un know how muy valioso en diversas áreas.

Una de las sinergias de esta situación es que le permite compartir y desarrollar conjuntamente las plataformas básicas de los vehículos del grupo, lo cual implica una fuerte rebaja de costes. Al mismo tiempo, su incidencia en los mercados europeos ha ido creciendo gracias a la amplia red de distribución del grupo. Si SEAT ya tenía, desde sus inicios, una clara vocación exportadora, en los últimos tiempos ésta ha aumentado.

Pero las cosas no siempre habían sido así, ni para la Marca ni para el país. En la postguerra, cuando se fundó, el parque móvil se encontraba en condiciones muy precarias, tampoco había fábricas en activo y las necesidades de transporte personal apenas podían cubrirse mediante motocicletas y microcoches con motor de moto.

Tras varias tentativas infructuosas el proyecto SEAT, impulsado desde el gobierno y un conglomerado de inversores privados, tomó consistencia en 1948. Los contactos con diversos fabricantes extranjeros acabaron fructificando en un acuerdo con Fiat.

Todo esto ocurrió hace exactamente seis décadas. Una larga historia hasta hoy.

Los 50

Hace ahora sesenta años, en la primavera de 1950, nacía la Sociedad Española de Automóviles de Turismo: SEAT. La compañía quedó formalmente constituida el día 9 de mayo tras firmarse un acuerdo entre el ente público INI (Instituto Nacional de Industria, con el 51% del capital social: 600 millones de las antiguas pesetas, lo que hoy serían 3,6 millones de euros), siete grandes bancos españoles (42%) y el fabricante italiano Fiat (7%), que aportaba su asesoramiento técnico y la licencia de producción de sus modelos.

Su factoría, levantada en unos terrenos de la Zona Franca de Barcelona, junto al puerto, ocupaba una superficie de 20 ha. Las instalaciones cubiertas rebasaban los 95.000 m2, la mayoría (75.000) destinados a montaje, 7.500 a oficinas y laboratorios, 2.300 para central eléctrica y térmica, y el resto almacenes. La elección de la capital catalana no fue gratuita. Desde los inicios del siglo XX Barcelona había sido el centro neurálgico de la producción automovilística del país, tanto de raíz autóctona (Hispano-Suiza, Elizalde) como foránea (Ford Motor Ibérica, General Motors Peninsular); contaba por lo tanto con una larga tradición industrial y recursos humanos competentes.

En mayo de 1953 empezó a funcionar la cadena de montaje, de la que el día 13 de noviembre saldría el primer vehículo construido por SEAT: el 1400 A, imponente sedán de tracción trasera con motor delantero de 4 cilindros y 44 CV, equivalente en el mercado de entonces al actual Exeo. Inicialmente el ritmo de fabricación es de 5 coches diarios y la plantilla está formada por 925 empleados, cifras que van a crecer de forma exponencial.

En 1957 SEAT lanza el 600, que viene a poner casi literalmente al país sobre cuatro ruedas. La influencia de este utilitario con motor y tracción posterior en la vida de los españoles es aún materia de análisis para los estudiosos sociales. No sólo fue el primer coche para muchos conductores: contribuyó a mejorar las condiciones de vida de la población permitiéndole acceder a un grado de movilidad e independencia como no lo había hecho antes ningún producto en España.

Su aparición tuvo un efecto modernizador en las calles y carreteras españolas; poco a poco iría desapareciendo el enjambre de microcoches, motocarros y motocicletas, con o sin sidecar, hasta entonces habitual en el paisaje. Porque el 600 era un verdadero automóvil, con su motor de cuatro cilindros, con sus puertas metálicas, asientos para cuatro personas y hasta calefacción.

Los 60s

Al despuntar la nueva década SEAT ya destaca como actor principal en el panorama de la industria automotriz española. El país empieza a vivir un creciente desarrollo económico, dejando de lado su vertiente eminentemente agrícola y orientándose a nuevos sectores como el turismo y los servicios, y en ello el automóvil juega un papel crucial. El 1400 A inicial ha sido renovado dos veces; su última Versión, el 1400 C, prefigura en su Carrocería el futuro SEAT 1500, la berlina de referencia del mercado durante muchos años, ampliamente utilizada por la administración del estado en toda clase de servicios (vehículo oficial, policía, ambulancia, etc) y también como taxi.

Aunque las listas de espera todavía son largas, la población se ha pasado en masa de la moto al SEAT 600. Las excursiones familiares de fin de semana se generalizan. Las urbanizaciones surgen por doquier. Incluso hay un auge de las competiciones automovilísticas gracias a los usuarios más entusiastas. En pocas etapas de la historia de España ha sido tan patente el rol del automóvil como dinamizador de la vida del país. Al mismo tiempo que el entramado industrial crece aún más con el suministro de componentes a la fábrica, su actividad genera mano de obra, buena parte de la cual viene de inmigración que llega a Cataluña desde tierras andaluzas, extremeñas y murcianas.

El 600 es para España lo que el Renault 4CV para Francia, el Fiat Topolino y el 500 para Italia, el Mini para el Reino Unido y el Beetle para Alemania: el coche del pueblo. Hacia 1973, se fabrican un total de 800.000, pero Fiat pone todo su esfuerzo para garantizar que fabrique sólo para el mercado local. No obstante, los españoles encuentran su primera laguna legal (diminuta) para el 600 y exportan 150 unidades a Colombia. No será hasta una Versión posterior y más generosa del contrato de licencia cuando Fiat permita una mayor libertad, lo que a la larga llevará, entre 1970 y 1973, a que el SEAT 600 se convierta en ¡el coche más vendido en !Finlandia!

En abril de 1968 debuta el nuevo 124, la empresa tiene 20.000 empelados y su producción anual suma ya 200.000 vehículos. El SEAT número 1 millón -un 124 amarillo- es entregado a Rosa Zumárraga en el programa de TVE “Un millón para el mejor”. Al año siguiente llega al mercado el 1430, otro Modelo exclusivo de SEAT, y la Versión familiar 124, con un nivel de calidad y prestaciones y unos precios ajustados que les sitúan claramente por delante de la competencia. Al final de aquella década SEAT ha consolidado su posición de primer fabricante del país.

Los 70

La organización de la Fórmula 1430, reservada a monoplazas equipados con el motor doble árbol levas de la popular berlina, deja bien clara la apuesta de SEAT por la competición. Durante estos años dominará el panorama deportivo del país, especialmente en el ámbito de los rallyes, logrando anotarse una larga lista de títulos nacionales de marcas así como dos subcampeonatos europeos, y sobre todo el tercer y cuarto puestos en la edición 1977 del mítico Rallye de Montecarlo, con los 1430-1800 oficiales pilotados por Antonio Zanini y Salvador Cañellas.

Por entonces SEAT debe hacer frente a la creciente competencia que supone la entrada en el país de multinacionales del sector. Su reacción pasa por modernizar y reestructurar diversos aspectos de su política empresarial (costes de producción, rendimiento laboral, configuración de la gama), establecer un decálogo de atención al cliente y ofrecer una serie de garantías cada vez más amplia (doce meses en todos los modelos, precio mantenido desde la firma del contrato hasta la compra del coche, reparaciones en la red oficial, asistencia técnica en ruta…).

Se introducen nuevos modelos (128, 131, Ritmo) y se ponen al día los existentes (127, 132); la planta de Landaben inicia la construcción de los deportivos Lancia Beta Coupe y Beta HPE. Son tiempos de cambio, empieza la transición democrática y emerge una nueva clase media, más urbana y mejor preparada. Una imagen que refleja la realidad española de esta etapa es la del presidente del gobierno, Adolfo Suárez, llegando al Congreso de los Diputados al volante de su propio SEAT 127.

Los 80

A pesar del prestigio de sus productos SEAT encara la década de los ochenta con incertidumbre. El descenso en la cuota de mercado se cifra en un 26%, la masa laboral ha sido sometida a una fuerte reducción y las pérdidas acumuladas suman más de 23.655 millones de pesetas en 1982. Sumida en dificultades financieras, Fiat no suscribe la segunda fase de la ampliación de capital. Al final se llega a un acuerdo por el cual ésta le vende sus acciones al precio simbólico de una peseta y se compromete a comprarle durante los cinco años siguientes 400.000 vehículos producidos en Barcelona para comercializarlos en su propia red bajo el logotipo Fiat.

SEAT firma un acuerdo para la distribución de los modelos Audi y VW a través de su red comercial y la producción del Polo/Derby y del Passat/Santana en España. Es el primer paso de una unión que resultará muy fructífera.El proceso de integración será largo, y también exigirá inversiones por parte de VW que se cifran en medio billón de pesetas. Durante esta etapa también la vertiente deportiva de la Marca recibe un nuevo impulso con la fundación de SEAT Sport.

Los 90

Plenamente integrada en el conglomerado alemán, SEAT desliga de su red comercial las otras dos grandes marcas del grupo (Volkswagen y Audi) y acelera el desarrollo de su nueva gama. A través de los concept cars Proto C, Proto T y Proto TL anticipa en varios salones del sector los rasgos esenciales del primer Modelo íntegramente creado con tecnología de origen VW. El Toledo, que se presenta al público en el Salón de Barcelona de 1991, es una berlina con Carrocería de dos volúmenes y tres cuerpos firmada por Giugiaro. Pese a la caída del mercado SEAT ocupa el 5º puesto con un 10% de la cuota y el Ibiza como el 4º Modelo más vendido en España.

El 22 de febrero de 1993, el Rey Don Juan Carlos I de España y el nuevo presidente del Grupo Volkswagen, Dr. Ferdinand Piëch, inauguran las instalaciones de producción de Martorell. La que se convirtió en una de las plantas de fabricación de automóviles más modernas de Europa se construyó sobre un terreno de tres millones de metros cuadrados en tan sólo 34 meses. La segunda generación del Ibiza y su Versión turismo del Córdoba son los primeros modelos en abandonar la línea de producción.

La presentación en 1995 del prototipo del monovolumen Alhambra demuestra que SEAT sigue adelante con sus planes de desarrollo. Este Modelo y sus hermanos gemelos VW Sharan y Ford Galaxy se producirán en la planta portuguesa de Palmela; será el primer SEAT de fabricación no española. En 1996 llegan dos nuevos derivados del exitoso Ibiza: el Córdoba SX de dos puertas y la furgoneta Inca, y al año siguiente el primero de los Ibiza Cupra deportivos. El dominio de la clase 2 litros del Campeonato Mundial de Rallyes que la Marca se adjudica en tres ediciones sucesivas (1996-1998) deja patente el excelente trabajo de SEAT Sport.

En esta etapa SEAT anuncia la renovación de la gama en un plazo de cinco años, para lo cual va a invertir 200.000 millones de pesetas en I+D financiados con sus propios recursos. Esto es posible porque ha obtenido un récord de beneficios (24.462 millones de pesetas, 121,4% más que el año anterior). En el Salón de Ginebra de 1999 va a presentar dos vehículos singulares –el concept car Fórmula y el Toledo Cupra V6- y su nueva identidad corporativa: una S estilizada de color rojo intenso que transmite con intensidad los valores que caracterizan a SEAT: pasión, deportividad, dinamismo y tecnología.

Dos mil

La división SEAT Sport pone en el mercado una serie limitada de Ibiza Cupra R. Tras ganar el título alemán de rallyes con el Cordoba WRC SEAT abandona esta disciplina pero regresará a los circuitos españoles organizando en 2002 la primera Supercopa León. Con medio siglo de experiencia a sus espaldas e integrada en el mismo grupo de marcas donde están Audi y Lamborghini, SEAT es una empresa decididamente lanzada hacia el futuro que ya vende sus coches a través de internety cuyo nuevo lema evoca sin ningún complejo su personalidad, dotada de un inequívoco sello latino y mediterráneo: auto emoción.

En esta etapa la competiciónvuelve a convertirse en un recurso fundamental. Cientos de victorias en rallyes y circuitos a lo largo de la dilatada historia de la Marca suponen un patrimonio envidiable, pero la política deportiva de SEAT cobra ahora verdadera envergadura. En 2003, inscribe el Toledo Cupra en el ETCC (Campeonato Europeo de Turismos). Compite durante 2004 y el año siguiente la competición pasa a ser de nivel mundial (WTCC), donde SEAT inicia su participación con el Toledo Cupra y a mitad de temporada lo sustituye por el nuevo León. Los brillantes resultados iniciales (3º en 2006 y 2ª en 2007) son sólo un prólogo de lo que va a lograr después: SEAT bate a sus rivales, todos con motores de gasolina, y el León TDI se adjudica el título absoluto, tanto de marcas como de pilotos, en 2008 y 2009. Gracias a su avanzada tecnología diesel SEAT ha conseguido algo que parecía imposible. Es la primera vez que un constructor automovilístico español alcanza un campeonato del mundo y la primera vez que un motor diesel gana un campeonato mundial de turismo.

En consonancia, casi todos los modelos cuentan con versiones deportivas Cupra R y FR, incluido el nuevo Altea. El Ibiza rebasa la cifra de 4 millones de unidades. La gama crece con más variantes y evoluciona siguiendo las últimas tendencias del mercado. La denominación del nuevo Ibiza SC SportCoupé Bocanegra supone un guiño al pasado reciente de SEAT: este apodo popular para el deportivo 1200/1430 Sport de los años 70 ha quedado integrado en la memoria colectiva del país. Por otro lado, el nuevo Exeo presentado en el Salón de París de 2008 supone el ingreso de la Marca española en el llamado segmento semipremium. El prestigio de SEAT como fabricante de automóviles de calidad, con sello deportivo y a precio razonable no ha dejado de crecer en lo que va de milenio.
 

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