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¿El fin justifica los medios? A veces...

Por Jorge Botella

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La verdad es que sobre el tema del cese o despido (más bien lo segundo…) de Briatore que desde ayer ya no pertenece al equipo Renault ING F1, poco o nada se me ocurre añadir de lo que se haya dicho ya. Eso sí: que ha sido una decisión inteligente, no me cabe la menor duda. Junto a Briatore también se ha ido el director técnico, Pat Symonds, pero esto no es relevante, porque a quién conocemos todos es a Briatore.

Una figura, diría que crucial en la F1, tanto por su carácter como también por su potencial mediático dentro de la mismaF1, como dejando embarazada a un joven “top model” brasileña o paseándose con otra durante años (la Campbell) o casándose, por fin, con una tercera (Elisabetta, su actual señora) a la que ya, incluso, esta a punto de hacer madre…

Creo entender que el presidente de Renault, el Sr. Ghosn, un tipo más que inteligente: listo, lo que ha querido –es solo mi opinión- ha sido adelantarse a los acontecimientos (a las sanciones que la FIAle puede “meter” al equipo que lleva el nombre de la Marca que preside) cesando a Briatore y a Symonds de sus responsabilidades y castigando a ambos por lo que se presume que hicieron: convencer, que poco les costaría, a Nelson Piquet para que estrellase su coche en una determinada vuelta, con el fin de que se neutralizase, el G.P. de Singapur del año pasado y con ello favorecer la victoria de Alonso.

Rocambolesco, lo es. Pero también se trata – si lo fue- de una maniobra muy propia de mentes retorcidas, de personajes para los que el fin siempre justifica los medios. Recordemos que Briatoreencabezó, sin cortarse un pelo, la batalla que los equipos de F1, a través de la F.O.T.A (que es su asociación) iniciaron contra Max Mosley, aún presidente de la F.I.A, para que este dimitiera (que lo hizo) y que este dejara su cargo a finales de este año.  Por ello, cuando Nelson Piquet o su padre, o ambos, remitieron una extensa carta contando lo sucedido en Singapur a la F.I.A, le faltó tiempo a Mosley (por aquello de: morir matando)para arremeter contra Briatorebuscando únicamente su cabeza.

Por su parte, Pat Symonds, que mucho sabrá de tecnología, pero que en poco ayudó cuando, sin preguntárselo nadie, afirmó que sí hubo una entrevista antes del gran premio con Piquet,en la que estuvieron presentes Briatore, él y el joven piloto. Y ese fue el detonante final.

Ahora hay una posible sanción al equipo Renault ING F1 de unos 100 millones de euros, y también su posible exclusión del mundial, al menos, por un año. Una buena ocasión para que Ghosnal que eso de la F1, creo, le rebota bastante, tenga la ocasión de determinar que este es el mejor momento de pagar lo que se debe (la sanción) y cerrar definitivamente el “costosochiringuito” que es su equipo deF1 .

Con este planteamiento, me atrevo a realizar una hipótesis de futuro:

Para Briatore, arropado por la F.O.T.A, al menos por su presidente que no es otro que Montezemolo (presidente, a su vez, de Ferrari) desde hoy, aún será más famoso: mafiosilloquizá sí lo es (ya tuvo una pena de tres años de cárcel –que no cumplió- hace tiempo por vincularse a negocios, digamos, sucios…), pero ganará en presencia en los medios, y si no cambian las cosas, pasará a la historia de la F1 como la “inocente cabeza de turco” de Renault.

No se desvinculará de la F1. Como ya hizo con el equipo Benetton, que sin ser suyo (era el Director General y nada más), se lo vendió a Renault, Briatore aparecerá en todos los medios de comunicación mundiales, dentro de un mes o dos, o tres, cuando venda, sin ser suyo (solo fue su Director General) el equipo Renault a ese o aquel Fondo o Capital Riesgo, entidades que las hay ansiosas de encontrar sectores donde “blanquear” los activos (el efectivo) de ilustres e, incluso, reales familias europeas. Lo venderá se auto nombrará Director General y volverá a la F1 como si no hubiera pasado nada. 

Pat Symonds. Que más da: pocos lo conocen y de aquí a una semana ya nadie se acordará de él.

Renault. Recuperará algo, muy poco, de lo que le ha costado estar en la F1. Se sacará de encima un actividad que, entre unos y otros, le ha costado un Potosí y dedicará sus inversiones y recursos a lo que es lo suyo: a vender coches en un momento difícil como el que estamos viviendo.
 
Y laF1 seguirá siendo lo que es. Lo que nos gusta que sea: un selecto club de personajes con muchos posibles, con mentes retorcidas, reglamentos cada vez más complicados, chicas monas, carreras aburridas y pilotos ilusos. Pero a mí me seguirá gustando. Ya ves...

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