Lo normal en este país es que te guste el fútbol o los toros y que cuando dices que te gusta el mundo del motor, independientemente del número de ruedas que tenga la máquina, lo primero que escuches sea la pregunta ‘¿pero qué le ves a eso?’. Cuantas horas se habrán perdido intentando explicar eso; incontables.
Por suerte, la llegada de Fernando Alonso a la Fórmula 1 logró cambiar, aunque fuera un poco, la visión que tenía la gente del mundo del motor, incluso hubo ‘conversiones’ y muchos terminaron siendo fanáticos de los coches, pero otros tantos no terminan de entender ciertas cosas como que sea noticia la salida a subasta de un coche ‘antiguo’, por muy Ferrari que sea, porque de eso va esto, de la salida a subasta de un Ferrari de la década de los 60, del Ferrari 275 GTS/4 NART Spider, pero no uno cualquiera, si podemos decir eso de un coche del que solo se fabricaron 10 unidades, sino del último que se fabricó de todos ellos y además, el único que se vendió en Europa.
No obstante, estos datos no suelen ser interesantes para los no ‘iniciados’, simplemente es un Ferrari antiguo, pero para muchos aficionados es parte de la historia del automóvil española, porque la región europea donde se vendió fue precisamente España, más concretamente, en Madrid. Así que el coche que puedes ver en las imágenes no solo es el último de los 10 Ferrari 275 GTS/4 NART Spider, sino que además, se vendió en Madrid pasando a formar parte de nuestra historia automovilística. Pero, y esto es otro dato que también le suma interés al modelo, también es el último representante de la saga de los Ferrari 275, modelo heredero de una de las series más famosas de Ferrari, los 250 y que dejó paso a otro mito dentro del Cavallino, el Ferrari 365 GTB/4 ‘Daytona’.
La historia de los Ferrari 275 GTS/4 NART Spider surge, como muchos otros modelos míticos, de las manos de un importador americano, en este caso, de Luigi Chinetti. Este, comparando los Ferrari 330 GTS y el 275 GTB/4, pensó que una ‘mezcla’ de ambas propuestas podría dar como resultado un producto realmente interesante y con visos de venderse muy bien. El 330 GTS era un Ferrari, si, pero no era precisamente un deportivo de pura cepa, era más un lujoso descapotable ‘sport’ y el 275 era lo máximo del Ferrari en aquel momento, el estandarte de la marca con el V12 delantero.
Cuando Luigi Chinetti habló con Enzo, éste no estaba muy por la labor de producir un modelo así, pero con ayuda de Sergio Scaglietti, Chinetti terminó por convencer al ‘Commendatore’ y se pusieron en marcha con el proyecto. Al principio se pensó en fabricar 25 unidades que serán diseñadas por Pininfarina y fabricadas por Scaglietti, montando el V12 Colombo de 3,3 litros y más de 300 CV. Finalmente y como ha ocurrido en varias ocasiones con casos parecidos, el coche no se vendió tan bien como se esperaba, a pesar de haber logrado con la primera unidad fabricada el segundo puesto en su categoría (17º en la general) en las 12 Horas de Sebring de 1967 con Marianne ‘Pinky’ Rollo y Denise McCluggage a los mandos para luego aparecer en la película ‘El Secreto de Thomas Crown’ con Steve McQueen como protagonista. Decir antes de seguir, que McQueen nunca llegó a conducir el coche, que apenas sale en una escena.
Así, las 9 primeras unidades se vendieron todas en Estados Unidos, no en vano, NART viene de North American Racing Team, yendo a parar la décima a manos de un coronel de la Legión en febrero de 1968 a través del concesionario Tayre. Al parecer y según se dice, su primera matrícula fue del Sahara Occidental aunque no hay prueba de que el coche haya estado en esa zona. Algunos años después cambió de propietario nuevamente a través de Tayre y fue cuando recibió la matrícula M-3249-BP. Lo compro José Segimon, una persona que ya había tenido varios Ferrari, incluyendo un 166 MM y un 750 Monza, un aficionado que no era de los que guardan el coche a modo de trofeo, sino que les daba movimiento y disfrutaba de ellos conduciendolos, ya fuera en tandas en el Jarama o por carretera.
Llegado el año 1982 Segimon vendió el Ferrari 275 GTS/4 NART Spider y se marchó hacia a Reino Unido donde lo pintaron de rojo, para ser vendido nuevamente en 1983 a un coleccionista suizo llamado Albert Obrist, quien lo restaura y lo devuelve a su estado original. Lo tuvo durante 12 años y desfiló con él en eventos hasta que un día, y según relatan algunos, se lo regaló a su hija.
Una cosa llamativa de este coche es que nunca ha abandonado Europa, ni siquiera cuando lo compró Bernard Cart, oriundo de Washington DC, pues este lo dejo en una residencia que tenía en Inglaterra. Este señor tomó la decisión de pintarlo de rojo oscuro e instalarle unas llantas Borrani, terminando con el mismo aspecto que tenía el NART que salió en la película ‘El secreto de Thomas Crown’ y en 2009 lo vende a Lord Irvine Laidlaw.
Ahora, en manos de RM Sotheby’s, será subastado el día 14 de mayo en Mónaco y esperan sacar entre 19 y 23 millones de euros.
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