Resurección de un Ferrari Enzo y posterior subasta por 1,58 millones de euros

Seguro que todos os acordáis de cuando Ferrari presentó en Enzo, fue allá por 2002, hace más de 10 años, 14 para ser exactos. Aquellos años fueron una locura con el lanzamiento del Porsche Carrera GT en 2003, el Mercedes SLR McLaren en 2004 y el Ford GT en última instancia ya en 2005. Uno años tremendos hablando de deportivos, con máquinas increíbles y que nos quitaron a muchos el sueño. Cuando el Enzo salió a la luz, yo no tenía ni 20 años y ese coche era lo máximo, el sumun de los deportivos.

A lo largo de los años, empezaron a publicarse diversas noticias en internet sobre accidentes con algún Enzo involucrado, llegó a tal nivel el número de accidentes que entre los aficionados de todo el mundo se creó una especie de movimiento, por llamarlo de alguna manera, que tenía como lema ‘save the Enzos’, salvar a los Enzos, que incluso tenía una web que actualmente sigue activa, ‘savetheenzos.com’ llegando incluso a vender camisetas con una imagen que se hizo realmente famosa, donde aparecía un Enzo partido a la mitad y su motor a unos 100 metros de los restos del coche.

Precisamente ese coche, ese Ferrari Enzo partido a la mitad es el mismo que podéis ver en las imagenes pintado de color negro. Es, y no os engaño, el mismo coche que tuvo un accidente en Estados Unidos en 2006 a una velocidad estimada de 240 km/h tras perder el control en un cambio de rasante. Estoy seguro de que os acordáis, pero por si acaso, pongo una imagen de como quedo el coche, completamente destruido y con muchas piezas esparcidas por la carretera (justo arriba).

Lo recuerdo perfectamente y recuerdo también como pensé que esa unidad estaba muerta, era insalvable por su estado, pero nada más lejos de la realidad, aunque el trabajo hay que reconocer que es de órdago. El propietario, ni corto ni perezoso, se puso en contacto con los únicos que podían devolver a la vida un coche tan destrozado: Ferrari Technical Assistance Service. Esta división de la firma de Maranello cogió la maltrecha unidad y después de muchos meses de trabajo, restauraron por completo tal y como podéis ver en las imágenes, saliendo de los talleres además con el certificado Ferrari Classiche, que sólo se otorga a las unidades restauradas por ellos o las que están en perfecto estado y con todas las piezas originales de Ferrari.

No obstante, se efectuaron algunos cambios durante el trabajo de resurrección, como la adopción de una llantas originales, pues el Enzo accidentado montaba unas del mercado de accesorios, se añadieron unos espejos de fibra de carbono, un discretisimo spoiler en la tapa del motor realizado con el mismo material y se ha instalado a posteriori, un equipo multimedia con cámara trasera en la consola central que ciertamente, destaca por no encajar nada en absoluto, al igual que los mandos de los elevalunas, que tiene un aspecto barato y poco acorde con el coche.