Seat IBE en el Salón de París 2010

Por Carlos Drake

La tarjeta de presentación de **seat** en el **salon de paris 2010** ha sido el prototipo IBE, que sienta las bases del rumbo que tomará la marca española en el futuro y el carácter que tiene pensado imprimir a sus próximos vehículos. Los naipes están sobre la mesa y éstos muestran un aspecto muy deportivo, alta tecnología, infoentretenimiento y, cómo no, propulsión eléctrica, para continuar con la tendencia adoptada por los fabricantes en los últimos tiempos, en pos de reducir las emisiones y los consumos de combustible.

El diseño del IBE habla por sí solo. Potente, irreverente, contundente y todo lo que acabe en ente va bien a este coche, o esbozo de coche más bien. Este ‘concept’ tiene un carácter altamente deportivo, con un perfil muy bajo, unas líneas muy marcadas y una carrocería de gran anchura. El IBE tiene una longitud de 3,83 metros y un espacio interior amplio a pesar de sus características pseudodeportivas y de contar con dos plazas delanteras y dos traseras.

Seat IBE en el Salón de París 2010

Sin embargo, este coche no será un deportivo al uso, puesto que, a pesar de tener un aspecto de coupé, monta un motor completamente eléctrico que desarrolla una potencia máxima de 102 caballos y un **par motor** de 200 nm. Este coche incorpora un corazón mecánico situado en la parte delantera, mientras que la batería, de ión de litio, está colocada en la zona trasera del vehículo, concretamente bajo el suelo del maletero. El motor del IBE le permite acelerar de 0 a 50 kilómetros por hora en 3,6 segundos y alcanzar los 100 kilómetros por hora en 9,7 segundos.

La potencia constante del propulsor está limitada a 68 caballos, mientras que la velocidad máxima que puede alcanzar es 160 kilómetros por hora, a lo que contribuye su peso de 1.100 kilogramos. La autonomía, el punto por mejorar de todos los coches eléctricos, se sitúa en este automóvil en 180 kilómetros.

Seat IBE en el Salón de París 2010

Otro de los puntos en el que ha redoblado esfuerzos la firma catalana ha sido en aumentar la conectividad del automóvil y en lograr que el conductor y los ocupantes estén conectados con el mundo de forma permanente. Así, el coche cuenta con una solución de infoentretenimiento y conectividad que se base en un ‘smartphone’, en los que el conductor almacena su música, sus contactos y a través del que también se puede navegar y recibir avisos de tráfico por Internet. Así, se puede conectar dicho teléfono al vehículo y se podrán comprobar los datos más relevantes del vehículo, como el estado de la batería o el ordenador de a bordo, entre otros elementos.

Desde Seat no han confirmado que este vehículo tal como está vaya a ser producido en serie, lo que sí que han comunicado es que marca las pautas de lo que será el ADN de diseño de la marca en los próximos modelos y concretamente en la próxima generación del automóvil compacto de la firma española.
 

 

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