Bólido de calle
KTM, fabricante austriaco de unas motocicletas que han sido capaces de conquistar hasta 160 títulos mundiales decidió, hace algún tiempo, realizar un automóvil tremendamente exclusivo y claramente deportivo. Dichas premisas dieron como resultado el X-Bow.
Realizado con los materiales más especiales, el X-Bow es un biplaza descapotable de sólo 790 kilos y con 240 CV de potencia. Su motor está tomado directamente del grupo VW y es el dos litros turbo que encontramos, por ejemplo, en el Audi TT. Ubicado en un monocasco de carbono cuya rigidez casi duplica a la de muchos superdeportivos, el motor permite pasar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos.
El paso por curva no se queda atrás, consiguiendo una aceleración lateral de 1,5 g al utilizar neumáticos de calle convencionales. No dispone de ningún tipo de ayuda electrónica, ni siquiera ABS, por ello y por su excelente relación peso-potencia, su conducción es lo más parecido a llevar un Fórmula 1 matriculable.
Se fabrica de manera artesanal a un ritmo aproximado de 600 unidades anuales y puede adquirirse en España desde el pasado mes de enero. El X-Bow matriculable se ofrece en cuatro versiones diferenciadas con un precio de salida de 65.000 euros.
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