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Mercedes Benz Clase B

Mercenario en territorio comanche


Con la nueva Clase B, Mercedes se adentra en dos guerras: compactos y monovolúmenes medios. Igual puede ser rival de un Focus C-Max como de un Peugeot 307, pero con el precio y conocimientos de un mercenario.

 

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Dos pasteles tan abundantes como el de los automóviles compactos y el de los monovolúmenes derivados de éstos no son despreciados por nadie. En el caso de los monovolúmenes,  la aparición de nuevos modelos como el Focus C-Max, el SEAT Altea o el Volkswagen Golf Plus confirman dicha importancia mientras que, por lo que se refiere a los compactos, siempre han sido la porción más importante del total de ventas de automóviles en Europa. Mercedes, con una oferta de modelos dirigidos a diferenciar a sus poseedores del resto de mortales, no podía ofrecer un automóvil totalmente tradicional por el riesgo de devaluación de marca que ello supondría, y el Clase B resuelve la situación luchando contra todos sin pertenecer a ninguna guerra concreta.
Limitados costes de investigación y desarrollo así como la consecución de buenas economías de escala en la fabricación son dos máximas que han de aplicarse en los automóviles para conseguir un buen producto sin encarecer en exceso su precio. A pesar de pedir un mayor desembolso debido a su imagen de marca, Mercedes no es ajena a dichas afirmaciones, y la creación de la Clase B sólo ha sido posible por haberse desarrollado, desde el principio, junto a la nueva Clase A.

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Tomando una batalla veinte centímetros más larga, la inmensa mayoría de componentes de la Clase B son utilizados igualmente por su “hermano” pequeño. De este modo, tanto los esquemas de suspensiones delantero y trasero así como las mecánicas y las transmisiones forman parte de la oferta de la Clase A. Nada que reprochar, puesto que dicha práctica supone lo habitual en el sector, con modelos que incluso perteneciendo a marcas diferentes comparten dichos elementos y también otros, como interruptores o asientos.
No obstante, al observar las fichas técnicas de las mecánicas de gasolina sorprende la utilización (o más bien la no utilización) de algunas tecnologías, como es el caso de culatas con dos válvulas por cilindro en vez de cuatro. Esta circunstancia se debe a que los gases de escape alcanzan una temperatura superior en menos tiempo y permiten al catalizador trabajar de manera óptima desde el principio y cumplir con la Euro IV, cosa que no ocurría con las culatas de cuatro válvulas por cilindro analizadas por la marca. La utilización de la cadena de distribución permite una mayor fiabilidad y tanto el uso de dos válvulas como de la aleación en bloque y culata reducen el peso total de la mecánica.

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Aunque se habló de la inyección directa de gasolina ya en la presentación de la actual Clase C, las investigaciones posteriores de la marca llevaron a desestimar –al menos de momento- esta tecnología por ofrecer pocas ventajas e implicar mayores complicaciones técnicas. Por último, el compresor mecánico, tan utilizado en la marca, ha dado paso al turbo por cuestiones de espacio –el cuatro cilindros ubicado transversalmente no dejaba espacio para el compresor mecánico-.
Opcionalmente, la Clase B ofrece un cambio automático con variador continuo denominado Autotronic. Aunque el cambio ha sido desarrollado por Mercedes, la correa, realizada en metal y habitualmente punto débil de estos cambios, es suministrada por un proveedor externo. Desde la marca se desestimó la utilización de un cambio con embrague automatizado por considerar que el variador continuo ofrecía mayor confort sin perjudicar consumos ni prestaciones. No podemos sin embargo estar de acuerdo con estos puntos, puesto que en nuestra toma de contacto constatamos una elevada sonoridad de dicho cambio así como la sensación de tener menos potencia disponible que con el cambio manual.
En la práctica, la Clase B proporciona un espacio muy acogedor en donde el interior destaca tanto por su realización como por la calidad de los materiales. Ahora bien, la utilización de la denominada estructura de sandwich lleva a posicionar los pies muy arriba en las plazas delanteras, obligando a sentarse con las piernas muy estiradas y con la sensación de una banqueta muy corta. Mientras, la modularidad está muy conseguida. De serie, tanto el asiento posterior como el delantero del acompañante son abatibles mientras que, opcionalmente, el sistema Easy-Vario permite a una sola persona –aunque con algo de práctica- dejar en el habitáculo únicamente el asiento del conductor. Con todo, la comodidad para los pasajeros aumentaría con un reposabrazos delantero mejor estudiado –no permite un buen apoyo para el acompañante- así como con uno de serie, en vez de opcional, para las plazas posteriores.

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A partir de 22.600 euros en gasolina y 25.800 en diésel, la Clase B se ofrece con cuatro mecánicas de gasolina y dos de gasóleo. Si cualquiera de estas últimas mueve al modelo con suficiente fuerza, en gasolina debemos llegar hasta los 136 CV del B 200 para conseguir un rendimiento suficiente. El equipamiento básico incluye control de estabilidad, ABS y varios airbags pero, si queremos un equipamiento completo, el listado de opciones puede llegar a abultar la factura final mucho más allá de las cifras oficiales, teniendo disponibles desde el comentado Easy-Vario hasta los faros adaptativos o un techo deslizante panorámico de cristal.
De siempre, el confort y la estabilidad han sido dos conceptos algo antagónicos debido a la necesaria utilización de amortiguadores duros para conservar un buen comportamiento en carretera. Ante vehículos de cierta altura, lo anterior se complica debido a las oscilaciones laterales de la carrocería. La Clase B intenta resolver ambos problemas con la utilización de amortiguadores adaptativos de serie. En el interior de los amortiguadores, un elemento mecánico limita el paso del líquido para endurecer su comportamiento ante oscilaciones bajas –fuertes apoyos- permitiendo un funcionamiento más suave en oscilaciones altas –baches o similares-.
 

Modelo Precio
Clase B 150: 22.600 euros
Clase B 170: 25.400 euros
Clase B 200: 27.100 euros
Clase B 200 Turbo: 30.250 euros
Clase B 180 CDI: 25.800 euros
Clase B 200 CDI: 29.100 euros

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Publicado el: 01/05/2005
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