F1: Juntos sí, pero no revueltos...

Bueno, pues ya está. Después de muchas semanas, de meses esperando el inicio de lo que se ha denominado la nueva era de la F1, este pasado fin de semana en la carrera de Australia, hemos podido constatar que este año los F1 con su nueva reglamentación, sus neumáticos slick, sus difusores traseros –legales o no- y, en menor medida, el sistema Kers, han sido soluciones que han aportado interés, espectáculo y una buena dosis de entretenimiento, por no decir de sorpresa. Vamos, que en esta primera carrera han ido todos muy juntos, casi pegados unos con otros.

En años anteriores, antes de un Gran Premio, solo hablábamos de los Ferrari, de los McLaren, de Fernando Alonso, y de poco más. Pero ayer los protagonistas fueron otros y muy dispares. Brawn GP, Toyota, Williams, Red Bull, BMW, incluso Indian Force tuvo sus minutos de gloria… Y ello es bueno para la F1.

Durante la carrera pudimos ver adelantamientos, “rebufos”, golpes y luchas no solo por las posiciones de cabeza, si no también por detrás. Cierto es que los Brawn GP (los dos ex Honda) dominaron, pero Barrichello se lo tuvo que currar para hacerse con la segunda posición…

De todo lo visto en Australia, me permito varias reflexiones para poner las cosas en su sitio, aplicando eso de que “sin ilusiones no hay decepciones”. Ante todo dejar muy claro que el Sr. Brawn, creador de los actuales Brawn GP-Virgin, tiene mérito pero sin exageraciones. No es qué este señor con cuatro euros haya conseguido un milagro. No. Los actuales Brawn GP –diseñados a lo largo de 2008- los “pagó” Honda y, cuando esta Marca decidió dejar la F1, los coches ya estaban construidos en base a la nueva reglamentación. Lo que ha hecho el Sr. Brawn no ha sido otra cosa que “interpretar” el reglamento actual, poner los coches en pista – con el dinero de Honda y un adelanto de la FOM- y dominar de cabo a rabo en Australia. Y lo que hará el Sr. Brawn, hoy lunes, es despedir a casi 300 empleados de su equipo…

Para mí, la nueva F1, debe su espectacularidad a la introducción de los neumáticos “slick”; gracias a ellos hemos podido ver como los monoplazas disponen de una mayor motricidad, lo que proporciona unos límites de adherencia y frenada que son la base del espectáculo. Del sistema Kers, mejor no hablar, ya que su efectividad, de momento, es muy cuestionable. Los Brawn GP no lo montan y, en mi opinión, tampoco lo necesitaron…

La próxima semana, en el G.P. de Malasia, quizá los Brawn GP ya no dominen tanto. Quizá los Ferrari y McLaren, incluso Renault, BMW, Toyota, Red Bull y Williams, sean los próximos protagonistas. Y lo digo por qué la actual F1 con sus limitaciones lo que ha hecho es “igualar” prestaciones y hasta bien entrado este mundial, no habrá un claro dominador. Si no, tiempo al tiempo.