Las "chicas" del GP de Corea

En ese repaso habitual a la actualidad, digamos, femenina que es parte fundamental en la actual F1, la carrera de Corea nos ha dejado por un lado un cierto regusto a improvisación en lo que respecta a instalaciones y estado del circuito, pero también nos ha sorprendido –muy gratamente- en lo que respecta a los “elementos decorativos”. Siempre desde el respeto, creo que puedo afirmar que el drenaje del asfalto no era el más óptimo, pero el resto estuvo a la altura de las circunstancias…

Corea, la verdad, es un país lejano, extraño y que conocemos por el fútbol, las Olimpiadas y ahora por su GP de Fórmula 1. Un país divido en dos: Corea del Sur y Corea del Norte. La Corea que nos ocupa, la del Sur, es la más occidental o la menos asíatica, quizá incluso la más liberal si la comparamos con la Corea del Norte: sombría, dictatorial, cerrada, aferrada a la idea conceptual de que el Estado es quién “cuida” del pueblo y, a cambio, el pueblo calla y obedece. La delSur, la que organizó el gran premio de F1, insisto, es unaCorea con una imagen abierta al mundo occidental que ha utilizado la F1 para darse a conocer un poco más.

Buena prueba de ello es que para terminar el circuito, el gobierno no dudó en mandar al ejércitopara que trabajara en su construcción: montando tribunas, pintando arcenes, accesos y “pianos”, una colaboración “gratuita” impensable en cualquier otro país. Pero como lo que nos interesa es lo que defino como “elemento de imagen femenino” las girls del GP de Corea, por lo que se puede observar en la foto, estuvieron, en cuanto a vestuario y belleza, a la altura del mejor Manga o Anime japonés que es la máxima expresión del Comic erótico, en unos paises en los que la pronografía esta prohibida y duramente perseguida menos cuando son dibujos, animados o no.

Mientras algunos insisten en evaluar las posibilidades de Alonso cara al Mundial (que lo ganará) o especulan sobre si Webber quiso o no embestir al Ferrari de Alonso(aunque el más afectado fue el Mercedes de Rosberg), el GP de Corea nos ha dejado un regusto a país occidentalizado, liberal, permisivo, sensual y muy abierto (que, en el fondo, es lo único que pretendían cuando le compraron a Ecclestone los derechos para construir un circuito y organizar una carrera de F1; un espectáculo deficitario de entrada… y también de salida)