La oferta mecánica del Suzuki Vitara se limita a una motorización de gasolina y otra de gasóleo que ofrece en ambos casos 120 CV de potencia procedentes de 1,6 litros de cilindrada. Mientras el motor de gasolina se acopla a un cambio manual de cinco relaciones el diésel hace lo propio con un cambio de seis marchas. A mediados de año estará disponible también un cambio automático de seis relaciones para el motor de gasolina.
Al contrario que el resto de rivales en Suzuki no han visto necesaria la adopción del downsizing tradicional con la incorporación de sobrealimentación por turbo, optando así por un nuevo motor atmosférico de 1,6 litros frente a las reducidas cilindradas habituales en el segmento, que llegan a ser de 0,9 litros en el Captur.
VÍDEO PRUEBA DINÁMICA EN CARRETERA SUZUKI VITARA 2015
En nuestra prueba hemos constatado una respuesta satisfactoria en el Vitara que se une a buena suavidad de marcha y unos consumos bastante contenidos. La ausencia de turbo permite además que los consumos sean más estables independientemente del uso, pues si bien es cierto que aumentan al buscar las prestaciones no lo hacen tanto como los motores turbo de gasolina que, siendo parcos en conducción suave, se disparan al intentar aprovechar la potencia disponible.
Más tradicional y en consonancia con la competencia está la motorización diésel, cuyos 320 Nm de par máximo (156 para el gasolina) lo sitúan a la cabeza del segmento junto a Jeep Renegade y Opel Mokka, consiguiendo al mismo tiempo un consumo homologado de sólo cuatro litros cada cien kilómetros. Las características técnicas del Suzuki Vitara y el funcionamiento de sus mecánicas hacen de él un coche muy satisfactorio en carretera, ofreciendo buen aplomo y también sensaciones de coche bien hecho que superan claramente a las aportadas por rivales como el Renault Captur o el Citroen C4 Cactus.