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Prueba Peugeot RCZ R

 

Un resultado notable alto

Peugeot RCZ R
 
En el RCZ R tenemos que, como en los buenos deportivos, bajarnos hacia su puesto de conducción. Un lugar en el que nos sentimos totalmente arropados gracias a los baquets, que sujetan a la perfección el cuerpo, ofrecen suficiente confort y evitan movimientos incómodos en los fuertes apoyos que permiten motor y capacidades dinámicas. Frente a nosotros un volante de pequeñas dimensiones y buen tacto aunque dotado de esa forma achatada en su parte inferior que nosotros no ofreceríamos, pues existe espacio de sobra y el manejo del volante se hace más cómodo y eficiente cuando éste es totalmente redondo (al menos para nosotros)

Arrancamos mediante una llave tradicional e insertamos la primera relación con una caja de cambios rápida pero que requiere mano firme y buen guiado por parte del conductor; las dudas y los pequeños errores se pagan caro en vehículos tan temperamentales.
 
Salpicadero del Peugeot RCZ R

El motor sube de vueltas a un ritmo vertiginoso, la escasa cilindrada se hace presente en este sentido de forma favorable y de modo desfavorable cuando hablamos de capacidad de retención. De hecho, ante una conducción realmente decidida podremos encontrarnos con cierta limitación en capacidad de frenada, pues serán los frenos los que mayor trabajo tendrán ante la poca cilindrada del motor. Saltar de una curva a la siguiente será la situación más habitual para los conductores mejor dotados, mientras que si no conocemos bien la carretera o no somos suficientemente volantistas, el trabajo se nos acumulará irremediablemente y tendremos problemas para realizar todas las acciones requeridas (frenada, giro, aceleración, frenada...) en el escaso tiempo en el que es capaz de realizarlas el RCZ R.

 
Vídeo prueba dinámica Peugeot RCZ R

 
 
Una de las características más llamativas del coche se encuentra en esa sensación que tenemos de que el eje delantero "anda buscando" su trayectoria. La presencia de un diferencial delantero tipo torsen y el buen agarre de los neumáticos son los culpables de una situación absolutamente lógica en un "berraco" de 270 CV de potencia. Conducir con mimo al tiempo que sujetamos con suficiente fuerza el volante son dos acciones que habremos de saber realizar al mismo tiempo para extraer el potencial de un monstruo del asfalto que puede ser una belleza o excesivamente brutal, dependiendo de nuestro propio nivel de conducción y capacidad para domesticar a una fiera tan preciosa como salvaje.

Un último apunte; aunque hablar de consumos en un deportivo de gasolina y 270 CV que anuncia un precio de 42.900 euros puede parecer poco lógico, hemos de destacar que el consumo medio de esta joya mecánica se situó en cifras llamativamente bajas, siendo más que factible rodar a buen ritmo sin superar los nueve litros, y eso es ya un excelente indicativo del buen hacer llevado a cabo en el motor.
 
 
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57003
Publicado el: 24/01/2014
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