Me retracto

Dicen que rectificar es de sabios, y si aprendes de tus errores y los asumes, más todavía, digo yo. El tema es que esta mañana, sentada en un Seat León, hablando con David, he cambiado mi opinión al respecto de estos vehículos...

Todo sucedía justo cuando ya me disponía a marcharme, con el coche arrancado y todo. David Ayala me está enseñando todos los "entresijos" de estas máquinas que me traen loca, me gustan los coches, y él, aunque sin saberlo, hace que le dé vueltas a la cabeza y cada día aprenda cosas nuevas. Estábamos hablando de lo que significa para mí el Seat León, y le he dicho la verdad, un coche dirigido a un cierto público, en concreto gente joven con un tipo de música a destacar. Dejemos así la definición.

Pero es que el León que tenía en mis manos era totalmente diferente, me estaba asombrando, era la primera vez que lo cogía, y su nuevo motor TSI, sorprende y mucho. Entonces es cuando me pregunta David, ¿para qué tipo de gente crees que está dirigido este coche?, a lo cual respondo sin pensar, gente joven, sobre todo los he visto amarillos y negros con las lunas tintadas. Aquí es cuando él me hace cambiar la opinión, sin decirme nada, me pregunta ¿y éste en concreto?...

Pues sí, es un coche que gusta. Su conducción, su tacto al volante, su comodidad, el agarre, la frenada, la aceleración. Un gasolina. Un vehículo que puede llevar cualquier persona, cualquier padre de familia, cualquier chica, mujer, mamá, el jovencito,... todos.

Me equivoqué y lo digo, rectifico.