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Prueba express Audi Q2

Por Gregorio Arroyo
Audi es una marca con una gran experiencia en vehículos SUV. A los conocidos Audi Q3, Audi Q5 y Audi Q7, se une ahora el Audi Q2 y la cosa no se detendrá ahí, ya que en 2018 llegará un Audi Q8 y un año después aparecerá una variante eléctrica e-tron con más de 500 kilómetros de autonomía. Es un hecho que este tipo de carrocerías todocamino sigue aumentando cuota de mercado día a día.
 
foto delantera Audi Q2
 
Ese es el motivo del nacimiento del Audi Q2, un  SUV compacto con el que la marca alemana pretende rejuvenecer su clientela y conquistar nuevos adeptos. No hay que olvidar que en este segmento ya existe una variada oferta generalista, pero cuando se quiere presumir de sello Premium tan sólo encontramos el Mini Countryman como rival directo. De momento…

El Q2 mide 4,19 metros de longitud, es decir, se sitúa prácticamente 20 centímetros por debajo del Q3. Llama la atención su diseño, en el que se combinan líneas poligonales y robustas, con un cierto aire coupé en la zaga debido a su reducida superficie acristalada y a los llamativos ‘blades’ en los pilares C, uno de los puntos fuertes que marcan su personalidad. También lo es la generosa parrilla frontal hexagonal y no renuncia a tecnología punta, como los  faros led (de serie monta halógenos) o los  intermitentes dinámicos en los pilotos traseros.
 
Si seguimos con los números, la cota de anchura es de 1,79 metros, la altura se queda en 1,51, la distancia entre ejes es de 2,60 metros y  la altura libre al suelo firma unos escasos 14,5 centímetros, aspecto este último que revela que es un SUV de enfoque claramente asfáltico, a pesar de que se ofrecerán llamativos paquetes off road, más estéticos que otra cosa.
 
Salpicadero Audi Q2

El interior no cabe duda de que es Audi.  Eso se traduce en una sobresaliente calidad de acabados, tecnología a raudales y una puesta en escena que recuerda mucho a la del A3.  Si por fuera el diseño rompe con todo lo visto hasta ahora en Audi, en el habitáculo te resultará familiar el volante, el cuadro virtual cockpit, la pantalla que preside el salpicadero, el mando MMI en la consola central desde el que se maneja buena parte de la información… 

Una vez acomodados comprobamos que nos encontramos en un plano más elevado que en el A3 y algo por debajo del Q3. El tacto general de los todos los elementos es preciso y agradable, existen numerosos huecos para dejar todo tipo de objetos y la habitabilidad es francamente buena. Detrás resulta holgado en altura y espacio para las piernas, pero acomodar tres adultos resulta complicado porque no es demasiado ancho y el voluminoso túnel central no ayuda al confort de esa plaza. Por cierto, no entendemos que haya asideros en las plazas delanteras, incluida la del conductor, y no se contemplen detrás.
 
Al maletero se accede con un detalle Premium, ya que se ofrece en opción un portón eléctrico que facilita mucho la cosas de cara al confort. El volumen que ofrece es de 405 litros (55 menos que el Q3), cifra que se reduce hasta los 355 en las versiones con tracción total quattro. En caso de necesidad la capacidad se puede ampliar hasta los 1.050 litros abatiendo el respaldo trasero dividido en tres partes (40/20/40).
 
Bajo el capó el Q2 ofrece seis motorizaciones diferentes, tres de gasolina y tres diésel, todas ellas turboalimentadas, con inyección directa en sus ‘entrañas’ y ya conocidas en otros modelos de la marca. Ya están a la venta un 1.6 TDI de 116 caballos y un 2.0 TDI de 190 en diésel, así como un 1.4 TFSI de 150 CV en gasolina. Este último presume de tecnología COD que permite desconectar dos de sus cuatro cilindros cuando las condiciones de carga del motor lo permiten. A lo largo del primer semestre de 2017 se incorporarán un 1.0 TFSI tricilíndrico que rinde 116 CV, un 2.0 TFSI con 190 CV y un turbodiésel 2.0 TDI con 150.

Para gestionar estos propulsores se recurre a una caja de cambios manual de seis relaciones, si bien las variantes más potentes de 190 CV apuestan por una transmisión automática de doble embrague S tronic de siete velocidades, que también está disponible en opción en el resto. 

Algo similar ocurre con el sistema de tracción.  La total quattro es de serie en las variantes de 190 caballos, tanto en gasolina como en diésel, pero estará disponible igualmente en el TDI de 150 CV. Por cierto, la tracción quattro se asocia a un eje trasero multibrazo, en lugar de un ‘simple’ eje de torsión del que hacen gala las versiones con tracción delantera. También contempla el Q2 una suspensión deportiva que rebaja la altura de la carrocería 10 milímetros, así como otra más sofisticada adaptativa gracias a unos amortiguadores regulables 'damper control' capaces de variar la dureza en milésimas de segundo.

Esta suspensión se puede gestionar desde el Audi drive select, asistente que permite variar las condiciones de conducción ajustando parámetros del motor, del cambio S tronic, del control de velocidad de crucero adaptativo o del sonido del motor.  El conductor puede elegir entre cinco programas: Confort, Auto, Dynamic, Efficiency e Individual.
 
foto trasera Audi Q2
 
Dinámicamente el Q2 convence desde el primer momento. Sus reducidas dimensiones son un gran aliado cuando se circula por ciudad, y en carretera su peso contenido (desde 1.205 kilos) y el hecho de  compartir la misma plataforma que el A3 le otorgan una agilidad notable, más aún si monta la ya comentada tracción quattro. En zonas viradas la dirección progresiva de serie ayuda a la hora de negociar curvas.

Tuvimos ocasión de probar bajo un intenso aguacero  la variante de acceso en diésel con cambio manual. Será el motor que más éxito tendrá a nivel de ventas en España y no es de extrañar, ya que se muestra refinado y progresivo en su funcionamiento, y el consumo resulta muy atractivo. Aun así, nos gustó más la variante 1.4 TFSI de 150 CV con cambio S tronic, más solvente de cara al rendimiento, más confortable debido a la transmisión automática con levas en el volante y no excesivamente ‘tragona’ si somos cuidadosos con el acelerador.

El Q2 se comercializa con dos niveles de acabado. El de acceso se denomina design edition y un escalón por encima se encuentra el sport edición, de corte más deportivo. También se contempla el atractivo paquete S Line exterior y, durante la fase de lanzamiento, se ofrecerá el acabado #untagabble edition, el más completo a nivel de equipamiento.

Precisamente en este aspecto la dotación del Q2 no defrauda. En materia de seguridad incorpora de serie el Audi pre sense front, que detecta vehículos y peatones y es capaz de realizar una frenada de emergencia automática. También contempla elementos como el asistente de conducción en atascos Audi traffic jam assist, un control de velocidad de crucero adaptativo, una alerta de cambio involuntario de carril, otra de tráfico cruzado en la zaga, un sistema que reconoce las señales de tráfico, una alerta de vehículos en el ángulo muerto generado por los retrovisores, un asistente de aparcamiento automático…

Y en un vehículo de corte joven como éste es vital disponer de una amplia oferta en materia de conectividad e infoentretenimiento. Los múltiples servicios ofrecidos por el audi connect contemplan hasta una tarjeta eSIM instalada de forma permanente en el vehículo.

El nuevo Audi Q2 está disponible desde 27.450 euros.
 
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Publicado el: 10/11/2016
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