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Prueba dinámica BMW 640i

Dicen en el kit de prensa de la Serie 6 de BMW que los corazones de los aficionados al automóvil latirán un poco más deprisa sólo con ver al nuevo BMW Serie 6 Cupé. Esta afirmación se ha hecho cierta para nosotros, que vemos en esta nueva generación a un modelo tremendamente más bonito que su predecesor -aunque por supuesto, para gustos, los colores-, con líneas más prometedoras y sugerentes también desde un punto de vista dinámico. Derivado en el 2003 de la Serie 5, el cupé deportivo de gran tamaño de BMW ofrece ahora una sensación de coche más bajito y enfocado a una conducción dinámica, sensación corroborada por el hecho de ser casi cuatro centímetros más ancho y medio centímetro más bajo. Curiosamente, BMW acaba de anunciar la aparición del BMW Gran Coupé (ponemos vídeo más abajo), con lo que parece que el Serie 6, más que un derivado del Serie 5, está tomando un camino como modelo independiente, contando igualmente con una versión cabrio.


 
Lanzado al mercado en principio con tres mecánicas, la oferta en gasolina del BMW Serie 6 comienza con este increíble bloque de seis cilindros sobrealimentados por turbo para extraer 320 CV de un bloque de seis cilindros. Para mejorar la entrega de potencia en todo rango de revoluciones recurre a la distribución variable valvetronic exclusiva de la marca. El 640i tiene su velocidad máxima autolimitada a 250 km/h con una aceleración de 0 a 100 de sólo 5,4 segundos y un consumo medio homologado de 7,8 litros. Todo lo anterior está muy bien en cuanto a cifras homologadas, pero hay que matizarlas posteriormente en una conducción real.

Nosotros en MotorGiga quisimos hacer una prueba tradicional con este modelo, pero no fuimos capaces. Una vez acoplados en su excelente puesto de conducción y notamos el rugido de su mecánica la parte racional de nuestro cerebró quedó casi totalmente anulada por el apartado emocional. Son pequeñas sensaciones que en conjunto dibujan una imagen idílica para cualquiera que tenga un mínimo de gasolina en las venas (metafóricamente hablando, claro). 
 
 


La belleza exterior del modelo da entrada a un habitáculo igualmente atractivo y de gran aportación tecnológica. A pesar del apabullante número de ayudas a disposición del conductor lo que más engancha a los apasionados del motor es la fuerza del grupo motriz. Los seis cilindros, silenciosos y suaves cuando giran a ralentí, empujan casi con rabia a la menor insinuación del pie derecho, las levas del volante responden con rapidez y confort para pasar por cualquiera de las ocho relaciones que ofrece el cambio automático, las ruedas posteriores giran con fuerza para trasladar la potencia al suelo sin miramientos pero con seguridad, y sólo si somos de los temerarios que desconectan el control de estabilidad encontraremos a la fiera que atraviesa de lado las curvas para ofrecer ingentes descargas de adrenalina.

No hay lugar para medias verdades. En la oferta actual de automoción los modelos como el BMW 640i son un regalo que se encuentran por encima del potencial de sus conductores. Cualquier intento de descifrar los límites reales de esta joya mecánica requiere un circuito y manos expertas, cualquier crítica a la efectividad del chasis podrá venir de la necesidad imperiosa de bajar alguna décima al cronómetro, pero jamás de la realidad de una conducción deportiva en carreteras abiertas.

Podríamos llenar párrafos explicando las bondades de la dirección activa integral o de la suspensión adaptativa que incorpora el modelo, podríamos hablar del head up display o de las otras múltiples ayudas a la conducción que aporta el 640i, pero no podríamos transmitir la verdadera esencia de conducir un coche como el 640i. Su tamaño impresiona al conductor, que sabe que tiene entre sus manos a un gran deportivo pero que puede sentirse sin duda alguna como en una berlina destinada a ofrecer el máximo lujo y confort. Pasar por zonas de curvas lentas con el BMW 640i es más difícil por sus dimensiones físicas que por sus capacidades, pero en cualquier caso se trata de un automóvil destinado a ofrecer el máximo cuando se trata de circular a buen ritmo por autovías o autopistas. En Alemania, con el sentido común de ofrecer ciertos tramos sin límite de velocidad, los poseedores del 640i descubrirán a un compañero de viaje eficiente y solícito, cómodo y deportivo, lujoso y furioso.

Dicen en BMW que el BMW Serie 6 es capaz de aumentar las pulsaciones. Sí, el BMW 640i es un deportivo que eleva el pulso de los aficionados más pasionales.
 
 
 
 
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Publicado el: 14/12/2011
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