Más control para más potencia
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Imponente aspecto desde cualquier ángulo
El chasis del CTS-V ha sido convenientemente adaptado para manejar todo el potencial del que dispone. La utilización de diferentes elementos específicos permite aumentar la rigidez estructural del chasis en un 25% buscando con ello mejorar la precisión de trayectoria y un tacto de dirección más preciso.
Compartiendo la misma batalla que las versiones menos deportivas el CTS-V incorpora sin embargo unas vías más anchas tanto en el eje delantero como en el trasero, contando además con ruedas Michelin Pilot Super Sport de 19 pulgadas tanto delante como detrás pero que son algo más anchas y de menor perfil en el eje trasero (265/35ZR19 delante y 265/30ZR19 detrás) como buen deportivo de propulsión.
Spoiler, cuatro salidas de aire y llantas con neumáticos específicos
La dirección, firmada por ZF y de asistencia variable, es muy directa, como delatan sus menos de 2,5 vueltas de volante entre topes (2,37) y ataca a un eje delantero McPherson que utiliza amortiguadores monotuvo invertidos controlados electrónicamente. En el eje posterior se recurre a una suspensión multibrazo contando también con control electrónico de la amortiguación. Como no podía ser de otra manera el diferencial posterior cuenta con limitación electrónica de deslizamiento.
El conductor, desde un puesto de conducción estudiado para ofrecer sensaciones deportivas, puede elegir gracias a la tercera generación del Magnetic Ride y al Performance Traction Management, hasta cuatro modos de conducción: Tour, Sport, Track y Snow (nieve). El sistema Performance Traction Management, a su vez, permite elegir entre cinco niveles de entrega de par y de actuación de los frenos ante situaciones críticas.