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Lexus ES 300h, prueba a fondo

Por Gregorio Arroyo

Lexus ES 300h, foto delantera

El Lexus ES es nuevo a ‘medias’. Nos explicamos. Es la primera vez que este modelo desembarca en nuestro mercado, pero lo cierto es que este vehículo celebra ya siete generaciones a su espalda. Dicho esto, este modelo sí que cuenta con importantes novedades para hacerse hueco en la gama híbrida de la marca japonesa. Y eso nadie lo discute, porque además de un diseño más deportivo que el GS, modelo que ya no se comercializa en nuestro mercado, nuestro protagonista parte desde una nueva plataforma y apuesta por un sistema híbrido diferente.

El ES 300h estrena plataforma en Lexus, pero le llega desde la matriz Toyota. Con vocación global y denominada GA-K, permite dibujar un diseño más dinámico y su particularidad es que apuesta por la tracción delantera, en lugar de la propulsión trasera que monta la mayor parte de las berlinas de la marca.
 
Lexus ES 300h, foto trasera
 
Nuestro protagonista mide 4,98 metros de longitud y es más largo y estilizado en sus formas que el mencionado GS, que se dirige a un público más ‘veterano’ y menos pasional, para entendernos. Y no es que el ES 300h sea un vehículo prestacional, como lo es el LC 500h. Su sistema híbrido es más eficiente que otra cosa, hasta el punto de que los 6,8 litros de media que ha gastado durante la prueba son realmente llamativos en un vehículo de este porte y peso, pues en orden de marcha supera claramente los 1.700 kilos.
 
La clave está en su nuevo sistema híbrido de cuarta generación. El actor principal es un novedoso motor de gasolina de ciclo Atkinson y 2.5 litros que eroga 178 CV. A su ‘vera’ un propulsor eléctrico que ofrece 120 CV, y cuando los dos se ponen manos a la obra a la vez, la potencia total del sistema firma 218 caballos.
 
Lexus ES 300h, foto lateral
 
El motor eléctrico se alimenta por medio de una batería de níquel e hidruro metálico que se recarga por efecto de la frenada regenerativa. Se ubica debajo del asiento trasero, motivo por el que el maletero no cede capacidad, ofreciendo unos atractivos 454 litros. Su función es dar vida al generador eléctrico para apoyar al bloque térmico, aunque también podremos circular un par de kilómetros, en el mejor de los casos, de manera totalmente eléctrica. Para ello debemos activar el mando EV en la consola central.
 
El funcionamiento del sistema híbrido es suave, refinado y silencioso siempre que nos tomemos todo con calma. Otra cosa es que vayamos con prisas. El motivo: el cambio E-CVT. Como suele ocurrir en la gama híbrida de Lexus esta transmisión recurre a una variador continuo que es una gozada la mayor parte de las veces, pero incomoda más de la cuenta cuando pisamos el acelerador con ganas.
 
Lexus ES 300h, foto salpicadero
 
Intenta, y lo consigue a medias, paliar la rumorosidad y el efecto ‘patinamiento’ introduciendo  seis ‘falsas’ relaciones en su mapa de actuación, pero si hundimos el pie derecho en el pedal, la aguja del cuentarrevoluciones se dispara a la zona alta y se queda ahí, aunque bajemos de marcha de manera secuencial. Maestros tiene la Iglesia, pero creo que con otro tipo de cambio (convertidor o doble embrague) y una batería de iones de litio ganaría muchos puntos...
 
Ese hándicap es más evidente aun si cabe con nuestro acabado F Sport, el más deportivo de la gama. Esto no se traduce en más prestaciones, pero sí en mejores maneras dinámicas y en una estética más agresiva. No es precisamente una ‘bala’, ni lo pretende, crono en mano, ya que no supera los 180 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos.
 
Lexus ES 300h, foto monitor de energía
 
Sí que pone tierra de por medio con respecto al resto de la gama en su comportamiento dinámico, al montar una suspensión variable adaptativa, los Performance Damper o amortiguadores horizontales delanteros y traseros que unen los laterales de la carrocería para incrementar la rigidez y estabilidad del conjunto, así como unas llantas de 19 pulgadas, elementos que son específicos para este acabado. También presume de un modo de conducción extra, el Sport+, que se añade a los conocidos ECO, Normal, Sport y Custom (Individual) que porta el resto de la familia. Este último nos permite ajustar al gusto el tren de potencia, el chasis y la climatización.
 
Lexus ES 300h, foto cuadro de mandos
Si tenemos que destacar una cualidad en marcha del ES 300h es su confort y refinamiento. Si activamos el modo Sport+ cambian los gráficos del cuadro de mandos, la suspensión se endurece y la respuesta de la dirección y del acelerador es más inmediata. Si forzamos el ritmo no se le nota especialmente ‘pesadote’, ni siquiera tiene una tendencia subviradora damasiado marcada, pese a su naturaleza de tracción delantera.

Con los balanceos de la carrocería más controlados por la firmeza del chasis, los frenos cumplen con su cometido, aunque no baten récords, como los 58 metros que ha necesitado para detenerse por completo desde 120 km/h. Eso sí, de una manera estable y sin perder las formas.
 
Lexus ES 300h, foto asientos delanteros
 
El sello F Sport también es evidente en el interior. Más allá del volante o unos pedales de alumino perforados, el cuadro de mandos se inspira en su diseño e información en el del LC 500h. También las butacas delanteras gozan de una mayor sujeción lateral, amén de ser eléctricas y estar calefactadas. El resto se remata con la misma calidad y contundencia que el resto de la gama. La ergonomía es buena, la pantalla del salpicadero es enorme por tamaño e información, aunque se maneja con el denominado Control Remote Touch Pad, una superficie táctil en la consola central que no es la manera más intuitiva que conocemos cuando tenemos que manejarla en marcha.
 
Detrás el espacio es generoso para las piernas y más que suficiente sobre la cabeza, pese a la pronunciada caída de techo. Mido 1,70 y no rozo ni de lejos. Otra cosa es el acceso, ya que esta circunstancia obliga a agacharse más de la cuenta para pasar al abrir las puertas traseras. 
 
Lexus ES 300h, foto reposabrazos trasero
 
Y nos queda por analizar su equipamiento, sumamente generoso en su dotación de serie y escueto en opciones, sencillamente porque está cerrado por niveles de acabados. Nuestro acabado F Sport se traduce en una tarifa de 62.000 euros y en ese precio disfrutaremos de faros Bi-LED, cristales traseros tintados, alerón trasero, llantas de aleación de 19 pulgadas, control de velocidad de crucero adaptativo, sistemas de precolisión (PCS), de mantenimiento de carril y adaptativo de luces de carretera, reconocimiento de señales de tráfico, suspensión variable adaptativa, selector con cuatro modos de conducción y programa EV eléctrico, freno de estacionamiento eléctrico, asistente de arranque en pendiente, Performance Dampers, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema de control de presión de los neumáticos, pantalla multimedia de 12,3 pulgadas, navegador, equipo de sonido Mark Levinson Premium Surround con 17 altavoces,  cámara trasera, Control Remote Touch Pad, cargador inalámbrico del smartphone, volante multifunción con levas,climatizador bizona, asientos delanteros con ajuste eléctrico, memoria, calefactados, techo solar, acceso y arranque manos libres, retrovisor interior electrocromático... No está mal verdad. La única opción disponible son los 1.200 euros que hay que pagar por la pintura metalizada.
 
 
30901
Publicado el: 28/04/2019
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