Lola

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Dentro de muy pocas semanas tres pilotos españoles: uno asturiano y los otros dos catalanes formarán parte de la selecta élite de la F1: Fernando Alonso (Ferrari), Pedro Martinez de la Rosa (Sauber) y Jaime Alguersuari (Toro Rosso). O lo que es lo mismo: de no interesarle a nadie la F1, hace no menos de seis años, de pronto pasará a ser un record de audiencia en TV y el tema estrella los lunes en los bares.

Si Ecclestone asegura el límite presupuestario de 30,5 millones de euros por escudería, la Fórmula 1 podría contar con un nuevo equipo en 2010: Aston Martin. Su presidente David Richards, en este escueta pero significativa declaración considera que "es un buen momento para entrar en la F1". Hoy mismo, Lola, otro prestigioso fabricante de vehículos de competición, comentaba más o menos lo mismo con lo que me atrevo a pensar que, tras meses de incertidumbre, de difícil continuidad por parte de muchos equipos de crisis, se puede apreciar una cierta ilusión de futuro en la F1. Eso sí, siempre y cuando se establezcan unos costes económicos ajustados; y esto solo está en manos de la FOTA y, por supuesto, de Ecclestone.