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Mitsubishi Lancer Sportback D-ID

Mejor en movimiento

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El Sportback del Lancer tiene cierto carácter deportivo en su exterior que viene acompañado de un interior bien realizado. Cuando cuenta con detección de llave, el movimiento necesario para arrancar el vehículo es similar al movimiento de la llave, aunque ésta no ha de estar insertada, bastando que el sistema la detecte en el interior.

En las versiones más equipadas, el sistema de infotainment integra radio, navegador y reproductor de CDs. Entre los asientos, el reposabrazos también hace las veces de hueco portaobjetos e incluye toma de corriente, mientras que los asientos calefactados también pueden formar parte del equipamiento.

(Vídeo del análisis de interiores)

La denominación DI-D que toma el Lancer en su versión de gasóleo se corresponde con un motor que no tiene su origen en Japón, sino en Europa. Bajo el capó delantero del Mitsubishi se encuentra el motor dos litros diésel del grupo VW en su versión inyector-bomba de 140 CV de potencia.

A la izquierda del conductor se encuentra el botón que maneja la información del ordenador, y en el volante se sitúan los mandos de la radio, el teléfono y el control de crucero. También en la zona izquierda tenemos los botones de desconexión del control de tracción y del AFS.

En las plazas posteriores nos esperan unos asientos más inclinados de lo habitual, un reposabrazos central no demasiado elaborado y suficiente espacio para las piernas. Como en la inmensa mayoría de automóviles, tanto por espacio como por configuración, la segunda fila de asientos está pensada para dos ocupantes.

En el maletero, el espacio no es demasiado grande, aunque a cambio nos ofrece un doble fondo y, sorpresa, una rueda de repuesto de las de verdad. Los amantes del buen sonido interior pueden incorporar elementos que mejoran en mucho los sistemas de audio tradicionales, como en la unidad probada, que contaba con un subwoofer situado en el maletero.

(Vídeo de la prueba dinámica)

Excelente por cuanto a consumos y bueno por entrega de potencia, la sonoridad en parado del motor TDI no es una de sus mejores bazas. Menos aún en el Lancer, donde parece que no se han tomado tan en serio el tema de la insonorización. No obstante, una vez en movimiento y aprovechando las capacidades prestacionales que sin duda permite, el sonido toma incluso cierto carácter deportivo.

Con la carrocería Sportback del Lancer la agresividad general del conjunto llega también a la trasera. Como elemento práctico y curioso, dispone de un sistema de abatimiento de los asientos desde el maletero que permite dejar una zona de carga amplia y bastante plana.

Volviendo al apartado dinámico, la estabilidad de este modelo de tracción delantera es muy aceptable, dando así cierto margen a quienes buscan las raíces deportivas de la marca japonesa. El hecho de contar con seis marchas bastante bien escogidas en sus desarrollos permite, además, ofrecer un buen aprovechamiento mecánico a quienes sepan buscar el potencial que sin duda contiene.

El Lancer diésel es un automóvil muy aceptable. Lejos de las pretensiones de los muy deportivos EVO pero perfectamente adaptado a las necesidades habituales de los conductores. Como elementos a mejorar destacaríamos la finura de funcionamiento del motor y la sonoridad en parado, destacando para bien en cuanto a terminación y sensaciones de conducción.

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Publicado el: 22/07/2009
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