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Prueba Audi S1 Sportback

Por Gregorio Arroyo
 

foto trasera audi s1 sportback

Larga y exitosa es la tradición deportiva de Audi. Las líneas S y RS cubren prácticamente todos los modelos de la gama hasta culminar con el espectacular Audi R8. En el otro extremo se encuentra nuestro protagonista, el Audi S1 Sportback, el modelo de acceso a la gama más picante en la firma de los cuatro aros.

 
El S1 está disponible con dos tipos de carrocería: tres puertas y la Sportback de cinco. Nos decantanos por esta última. Quizás ceda algún punto en talante deportivo, pero en un vehículo pequeño (mide 3,98 metros de longitud) se agradecen las puertas trasera para acceder a esas plazas. Dicho esto, pocas veces hemos llamado tanto la atención con un vehículo mientras realizábamos nuestra prueba a fondo.  Su estética agresiva, el sonido del motor y el color naranja de nuestra unidad han provocado giros de cabeza constantemente.
 
foto motor 2.0 TFSI audi s1 sportback
 
 
Basta con observar detenidamente al S1 Sportback para entender sus intenciones. Al arrancar esta 'pequeña bomba' ya nos 'avisa' y la salida del garaje se convierte en un acto de fe para no despertar a los vecinos de la comunidad. El propulsor 2.0 TFSI de cuatro cilindros turboalimentado eroga 231 caballos de potencia a 6.000 rpm y 370 Nm de par motor entre 1.600 y 3.000 revoluciones. El cambio es manual de seis relaciones sí o sí, porque no se contempla una opción S tronic, y la tracción quattro es un plus en seguridad y agilidad. Este elemento forma parte de la dotación de serie.

Con estos datos encima de la mesa nos saltamos el guión y dejamos los detalles del vehículo para más tarde porque, simplemente, el cuerpo nos pide 'marcha'. Y lo hacemos a lo grande, tanto en nuestro circuito de pruebas cerrado al tráfico, como en carretera abierta, tramos de autopista y, finalmente, la inevitable ciudad.

foto lateral audi s1 sportback
 
 
En autopista podemos atravesar la Península Ibérica con la sexta velocidad como protagonista, ya que basta con acelerar ligeramente para superar largas pendientes sin necesidadad de reducir. Es un portento a la hora de recuperar desde bajo régimen, aspecto que se agradece cuando la conducción es tranquila. Sólo la elevada sonoridad del motor puede perturbar la paz del interior en un desplazamiento largo.

Sin embargo, su hábitat preferido son los tramos de carretera sinuosos y los circuitos de velocidad. Su tamaño contenido, un peso que en orden de marcha es de 1.425 kilos (25 más que el tres puertas) y las modificaciones realizadas en el chasis le convierten en un deportivo tan ágil como rápido, pero nada extremo, aunque tampoco está dirigido a conductores noveles precisamente.

foto trasera audi s1 sportback
 
 
Veamos sus aliados dinámicos. El eje delantero cuenta con un esquema McPheson evolucionado, mientras que en el trasero incorpora un sistema multibrazo en lugar de los brazos interconectados unidos por un eje de torsión del resto de la gama A1. Además, de serie monta unos amortiguadores controlados electrónicamente y la mencionada tracción quattro. Esta última se gestiona por medio de un embrague multidisco electrónico que en condiciones normales envía el par a las ruedas delanteras; cuando el sistema detecta una pérdida de adherencia en milésimas de segundo transmite motricidad a las ruedas traseras para estabilizar el conjunto.

foto audi drive select audi s1 sportback
 
 
Otro elemento destacado es el audi drive select. Este asistente ofrece tres modos de conducción, efficiency, auto y dynamic, variando la asistencia de la dirección, la respuesta del acelerador, el tarado de la suspensión, el sonido del motor y la eficiencia del climatizador.

Si elegimos el modo más deportivo todo se vuelve más rápido y directo. La dirección presenta 2,5 vueltas de volante entre topes y se muestra especialmente precisa. El tacto del cambio es magnífico, con recorridos cortos y precisos de la palanca, y la efectividad de la tracción total quattro nos permite acelerar a la salida de las curvas como si tal cosa. Precisamente su rápido paso por curva y la facilidad con la que enlaza giros son parte de sus grandes virtudes. En todo momento nos transmite una elevada sensación de seguridad, aunque cuando el firme es un tanto irregular sí que se muestra un tanto nervioso y nos obliga a 'apuntar' con la dirección con más precisión para no perder la trayectoria.

En este sentido comunica mayores sensaciones que, por ejemplo, el Audi S3, más estable gracias a su mayor 'pisada' y distancia entre ejes. Para los más osados comentar que el control de estabilidad ofrece un modo deportivo y puede desactivarse por completo, por si queremos hacer tiempos en un circuito. Y no queremos pasar por alto el buen funcionamiento del asistente de luz de carretera smart beam, que cambia las luces de cruce a carretera o viceversa en función de si detecta vehículos por delante mediante una cámara. Se agradece que sea tan rápido y efectivo en un vehículo de altas prestaciones.

foto delantera audi s1 sportback
 
 
La suspensión es firme incluso en el modo efficiency, algo a considerar en el día a día, pero hay que tener en cuenta que se trata de un modelo muy deportivo y priman más aspectos como limitar los balanceos de la carrocería, por cierto casi inexistentes, que el confort de marcha. La unión al suelo de nuestra unidad se produce por medio de unos generosos neumáticos 225/35 R18 (de serie monta 215/40 R17) y el equipo de frenos se ha revisado para la ocasión, montando discos de 310 milímetros delante y de 272 en las ruedas traseras. Por cierto, frenar desde 120 km/h hasta detener por completo el vehículo se traduce en 51,8 metros y en 3,5 segundos.

En ciudad también resulta sumamente ágil debido a su tamaño y a la respuesta en baja del motor (desde 1.500 rpm empuja como un demonio), motivo por el que no es necesario cambiar constantemente como ocurre con otros rivales. A pesar del sistema Start/Stop es complicado bajar de los 10,0 litros si nos movemos por la gran urbe. También es complicado abandonar los dos dígitos si la conducción es 'alegre', pero hay que señalar que el consumo medio durante la prueba ha sido de 9,5 litros.

Pero no nos engañemos, el S1 Sportback pide a gritos guerra. Sus prestaciones son sobresalientes, firmando 250 km/h de velocidad máxima y acelerando de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos (5,9 es la marca oficial). Si seguimos con los números sorprenderá saber que si queremos adelantar y pasar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad, sólo necesitará 4,1 segundos y la maniobra se completará en ¡115 metros! Y ahora, agárrense. La misma operación pero con la sexta velocidad engranada (algo que por seguridad no se debe hacer) lo cubre en 5,9 segundos y 164 metros. Es un dato que no solemos dar porque adelantar en sexta es casi un pecado capital, pero que desvelamos esta vez para explicar la gran capacidad del trabajo de este motor prácticamente a cualquier régimen de giro.

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Publicado el: 26/12/2016
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