Medidas inútiles y tardías

Esta última semana, por unas cosas u otras, ha sido ‘movidita’ por unas cosas u otras. Como todos sabemos, el panorama económico mundial no está pasando por su mejor momento y por eso, los máximos responsables de los países, entre ellos España, se han puesto manos a la obra para inyectar liquidez a sus respectivas economías nacionales. Como parte de esta iniciativa de mejorar la economía española, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció su intención de mantener una reunión con su homónimo francés, Nicolás Sarkozy, para debatir sobre el estado del sector de la automoción y para tomar medidas para impulsar esta industria, que representa cerca del 10% del PIB español.

Esta reunión está prevista que se lleve a cabo en el marco de las tres próximas semanas y cuenta con el respaldo de las principales asociaciones del sector, que en los últimos tiempos han apostado por poner en marcha en el automóvil un proyecto de créditos ‘blandos’ para fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de los fabricantes, con el fin de mejorar su situación económica.

De hecho, recientemente, Acea, la patronal que engloba a los principales fabricantes de coches asentados en el continente europeo, pidió a la Unión Europea que concediera ayudas al sector de automoción por valor de 40.000 millones de euros en forma de créditos ‘blandos’, que se destinarían al desarrollo de nuevas tecnologías más ecológicas y a salvaguardar la continuidad de una de las industrias más fuertes del continente.

No me puedo no imaginar de lo que se hablará en esa reunión, pero lo único que espero es que realmente se centre en solucionar los problemas del maltrecho sector del automóvil y que se concreten medidas realistas y que sirvan para algo, no como el Plan VIVE, que no está dando el resultado esperado, no se sabe si por su excesiva complejidad, sus muchas restricciones o por la falta de divulgación.

Por otra parte, entre el cúmulo de noticias sucedidas esta semana, nos enteramos de que el ministro de Industria de España, Miguel Sebastián, principal promotor del Plan VIVE, tenía pensado reunirse con el presidente de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, para debatir sobre el futuro de los coches eléctricos en España. Este encuentro se produce tarde y mal y es una respuesta (pataleta) por parte del Gobierno de España a la reunión mantenida entre Sarkozy Ghosn en el Salón del Automóvil de París, en la que el presidente galo se aseguró muy mucho de que la firma del rombo se comprometiera a fabricar dos nuevos modelos en sus plantas francesas. ¿Por qué no hizo lo mismo en su momento Zapatero? ¿Por qué manda a Sebastián? ¿Puede ser que no se le dé la importancia que merece al sector del automóvil, con lo que representa en materia de empleo y PIB?