Motor 1.0 Ecoboost de Ford

 

La correa de distribución está bañada en aceite de tal modo que al reducir la fricción se mejora la economía de consumo. Por supuesto el motor dispone de distribución variable para mejorar la respiración en todos los regímenes de funcionamiento, permitiendo igualmente mayor eficiencia del turbo al gestionar mejor los gases de escape. El sistema de inyección es directo, y los inyectores de segunda generación se ubican en el centro del cilindro buscando la mejor relación de mezcla para obtener una combustión más eficiente. Mientras, la inyección directa permite además realizar varias inyecciones por ciclo para adaptarse a las necesidades de carga de cada momento. El colector de escape comienza integrado en la propia cabeza de los cilindros buscando disminuir la temperatura de escape y facilitar la creación de una mezcla perfecta aire/combustible incluso a elevadas revoluciones de funcionamiento. Con la incorporación de un turbo relativamente pequeño se obtienen las ventajas de la sobrealimentación sin el inconveniente del tiempo de reacción de turbos de mayor tamaño. El cigüeñal, por su parte, está especialmente desarrollado para limitar las vibraciones y mejorar la respuesta.

 

 

 

Otra novedad es la incorporación de una bomba de aceite de caudal varible dependiendo de las necesidades de la mecánica, una tecnología que también se adopta por ejemplo en el motor 1.6 dci 130 caballos de **renault**, aunque en Ford se recurre a un sistema diferente para conseguir el mismo objetivo.