Acudimos a la presentación oficial del nuevo Citroën oli, y si el futuro de la marca se encamina por esta nueva ruta la cosa promete. No sólo por su originalidad. Se trata de una pepita de oro que aviva nuevas ideas de cara a una nueva movilidad accesible para todos.
El oli es simpático en sus formas. Pero más allá de un ejercicio de estilo ofrece soluciones que serán de uso común en los próximos lanzamientos de la marca. Y aquí la obsesión pasa por aspectos como el reciclaje y el peso. No siempre tiene sentido fabricar vehículos eléctricos que superan los 2.500 kilos de peso y sean prohibitivos para muchos bolsillos cuando, además, la materia prima del planeta es finita. Esa es la idea.
Por eso se recicla como una obsesión. El oli se fabrica con materiales que antes fueron de otros. En el pliego de desarrollo se puso límite al peso. El nuevo concept no debía superar los 1.000 kilos pese a instalarse en el segmento B eléctrico. Prueba superada. Mide 4,20 metros de largo, 1,65 de ancho y 1,90 de alto, y pese a impulsarse con energía eléctrica exclusivamente, pesa menos que un utilitario del segmento A.
Este ‘superAmi’ monta una batería de 40 kWh y presenta una autonomía que alncanza los 400 kilómetros. Se consigue a base de adelgazar y apostar sólo por lo esencial. Por eso se registra un consumo medio de apneas 10 kWh cada 100 kilómetros. Y la pila se puede cargar en apenas 23 minutos hasta el 80 por ciento de su capacidad. Además contempla tecnología inteligente V2G y V2L por la que el propio vehículo puede intercambiar energía, y alimentar nuestra casa o elementos exteriores si, por ejemplo, decidimos acampar (puede suministrar 3.000 W durante 12 horas).
Lateralmente recuerda a un Hummer del ejército norteamericano a escala por sus líneas rectas o el parabrisas totalmente vertical, que no es un aliado aerodinámico precisamente. Da un poco igual porque es un vehículo que tiene limitada la velocidad a 110 km/h y su ámbito preferido es el urbano. Por eso tiene menos importancia.
De este modo las diferentes piezas de la carrocería son mayoritariamente rectas y muy resistentes (están fabricadas a partir de cartón corrugado con estructura de tipo sandwich). Un adulto se puede subir sobre el capó o el techo sin problemas. La zona del maletero queda a la vista, como en un pick-up. Y se puede modular con varias configuraciones.
Las puertas ofrecen una gran accesibilidad debido a que las traseras cuentas con apertura inversa. Y como se prescinde del pilar central la sensación de espacio y el acceso es mejor. Estas tienen lo justo y necesario a nivel de insonorización y mandos y los asientos son simples y reducen piezas hasta en un 80 por ciento frente a otros convencionales. Por su parte el salpicadero es la mínima expresión en cuanto a pantallas, guanteras...
Pot eso cobra mayor protagonismo nuestro smartphone. La tecnología de un móvil va siempre por delante de la de un vehículo en materia de conectividad; por lo tanto se prescinde de casi todo y se apuesta por el teléfono como base de datos del vehículo.
Llama la atención las formas de los cristales, pero tiene sentido porque reflejan con mayor éxito el calor y no será necesario utilizar tanto tiempo la climatización del coche. Por supuesto se prescinde de su regulación eléctrica. Las ventanas se abren a mano, como en el Ami o el icónico 2CV.
Tanto el exterior como el interior se puede personalizar al gusto, incluso durante varios ciclos de vida. Además con el nivel de reciclaje conseguido es más fácil de reparar. Y basta con dar un simple manguerazo para lavar el interior. Muy práctico.
La marca francesa también aprovecha el oli para actualizar el logo corporativo, que será ya una realidad en todos los vehículos de nuevo lanzamiento y en los concesionarios. Además, inspirado en el oli, se lanza el completo programa de servicios CITIZEN by Citroën.
Mención especial para las llantas y los nuevos neumáticos desarrollados en colaboración con GoodYear. Las primeras si son de acero son pesadas y si son de aluminio encarecen el precio. Por eso se apuesta por un compuesto intermedio más económico y que aligera el conjunto en 6 kilos.
Y estas llantas de 20 pulgadas se unen a unos eficientes neumáticos Eagle Go superavanzados. La banda de rodadura está compuesta por materiales reciclados y la banda de rodadura tiene 11 milímetros con el fin de que tengan una vida útil de ¡500.000 kilómetros! Para cumplir pueden renovarse dos veces a lo largo de su vida. Por eso es indispensable montar un sensor que monitoriza su estado de salud en todo momento.
Amplio, original, eficiente, avanzado, eléctrico, accesible… El oli no lo veremos por la calle como tal, pero muchas de sus soluciones sí. Y para que nadie se preocupe, Citroën seguirá fabricando vehículos más convencionales para los clientes que no quieren renunciar a ‘tanto’.
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