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Hyundai i30 Fastback N, prueba express

Por Gregorio Arroyo

Hyundai i30 Fastback N, foto trasera

Si echamos la vista atrás recordad que hace 14 meses probamos en el circuito de italiano de Vallelunga el primer modelo de la saga 'N', la familia más deportiva de Hyundai. Allí disfrutamos del i30 N. Y de paso supimos que no llegaría a Europa el Veloster N, pero sí que estaba en capilla  el i30 Fastback N, como ahora lo está el Kona N, modelo que luchará con los pequeños SUV con carácter. Pero ahora toca lo que es actualidad, el nuevo modelo deportivo de la familia i30 con apellido Fastback, un coupé de cinco puertas de altas prestaciones que carece prácticamente de rivales en su segmento.

Muchos son los elementos deportivos que presenta, aunque el verdadero alma de este 'purasangre' es el propulsor 2.0 T-GDI turboalimentado que eroga 275 caballos y un par máximo de 353 Nm entre 1.450 y 4.700 rpm, aunque en momentos puntuales la función Overboost le brinda la posibilidad de llegar hasta los 378 Nm.
 
Hyundai i30 Fastback N, foto delantera
 
Todo ese potencial se canaliza sobre las ruedas delanteras y se gestiona por medio de una caja manual de seis relaciones de magnífico tacto. En este tipo de vehículos tiene un gran peso este tipo de cambio, sí, pero habrá quien eche de menos una transmisión automática. Llegará, pero más tarde. De momento será la variante hatchback la que la estrene en verano, en forma de una caja de doble embrague de ocho relaciones, aunque quizás se ofrezca también una segunda con convertidor de par con el mismo número de velocidades. Y ya que estamos, comentar que la potencia aumentará a 280 CV y el par superará los 400 Nm...
 
Nuestro protagonista se ha puesto a punto a conciencia durante muchos meses en escenarios tan exigentes como el circuito de Nürburgring. Con 4,46 metros de longitud, resulta 12 centímetros más largo que la variante de cinco puertas, y casi tres centímetros más bajo en la línea de techo (el chasis está a la misma altura), además de 12 kilos más pesado. Esto replantea ligeramente el reparto de pesos, con un eje trasero multibrazo algo más asentado que en el cinco puertas, un centro de gravedad más bajo y un coeficiente aerodinámico que se mejora en un 6 por ciento. Personalmente me gusta más el Fastback N, no sólo por estética: también porque se defiende algo mejor dinámicamente, aunque las diferencias son mínimas respecto al i30 N. Y a diferencia de éste, el coupé no dispone de la variante con 250 CV.
 
Hyundai i30 Fastback N, foto lateral
 
Como es lógico recibe las mismas mejoras que el i30 N para convertirse en un vehículo de raza. Aumenta la rigidez del chasis con refuerzos de soldadura en 29 puntos estratégicos, incorpora una barra rígida que une ambos lados por detrás de los asientos traseros, monta un diferencial autoblocante mecánico, aunque su gestión es electrónica, presume de una suspensión con amortiguadores controlados también electrónicamente, incrementa la capacidad de frenado con discos más generosos (ventilados de 345 milímetros delante y macizos de 314 detrás) con pinzas  N de Hyundai y monta unos neumáticos 235/35 R19 firmados por Pirelli. 
 
También pone tierra de por medio con respecto a la familia Fastback al montar un eje delantero más rígido, una función Rev matching que ajusta las revoluciones automáticamente al reducir de marcha con efecto punta-tacón y se mima una gestión del sonido del escape que es una gozada para los oídos.
 
Hyundai i30 Fastback N, foto salpicadero
 
Todo esto es teoría y pizarra, pero este modelo pide marcha. Nos ponemos a ello. Iniciamos el recorrido por un tramo de autovía y comenzamos a configurar las diferentes personalidades del vehículo. El asistente Control N Grin nos permite apostar con el mando izquierdo del volante por los programas Eco, Normal y Sport, ajustando los parámetros del motor, de los amortiguadores, del control de estabilidad, del diferencial autoblocante, del sonido del escape, de la dirección y del sistema de ajuste de las revoluciones. Las diferencias entre los tres modos son evidentes, pero ligeras. Con los dos primeros hablamos de un vehículo apto para el día a día, con una personalidad tranquila y hasta confortable, siempre que no le 'busquemos'.
 
Salimos de la plácida autovía y afrontamos un tramo de carretera de montaña donde comprobamos la asombrosa capacidad de recuperación que presenta porque desde las 1.300 vueltas empuja ya sin descanso. Es curioso porque en tercera podíamos haber cubierto todo el recorrido sin complicaciones. En Sport se muestra algo más ágil, adelantar es cosa de niños y los cambios de apoyo los realiza con total naturalidad y sin apenas balanceos de la carrocería.
 
Hyundai i30 Fastback N, foto Control N Grin
 
Sin embargo donde disfrutamos de verdad de todo su potencial es en el circuito de velocidad, sin la preocupación del tráfico abierto o los radares. La función Launch Control nos permitirá acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos de una manera tan limpia como eficaz, sin perder tracción. No pudimos alcanzar los 250 km/h de velocidad punta que homologa, pero rodamos a un fuerte ritmo para verificar que su motor y su chasis están a la altura. Para ello accionamos el modo N en el Control N Grin, ahora en un mando situado en el lado derecho del volante, para que todo sea más inmediato. De hecho la suspensión se convierte en una tabla, hasta el punto de que en asfalto irregular iremos más tiempo por el aire que sobre la superficie asfaltada. Aquí ya no se trata de ser amable, sino de resultar eficaz.
 
Como ya comentamos el motor empuja de una manera constante desde apenas 1.300 vueltas y estira sin descanso hasta las 6.800, momento en el que se produce el corte de la inyección directa. Antes nos avisará por medio de un juego progresivo de luces amarillas, rojas y un parpadeo final en el cuadro de mandos para cambiar de manera efectiva, sin dejar nada por el camino, pero sin castigar la mecánica. Nos sorprende su capacidad de tracción a la salida de los giros (indispensable el trabajo del autoblocante), el tacto directo de la dirección (2,1 vueltas entre topes), la precisión y rapidez del cambio, con unos recorridos cortos, así como la capacidad de frenado, que como ya adelantamos está desarrollado por el departamente de competición de Hyundai. Sólo en los dos últimos giros (de un total de cinco y a un fortísimo ritmo) comprobamos que los neumáticos perdían algo de efectividad en su agarre, porque son 'gomas' deportivas, pero no de competición. 
 
Hyundai i30 Fastback N, foto frenos
 
El asistente de conducción todavía nos ofrece una última opción N Custom, que nos permite configurar de una manera personal los parámetros del tren motriz y del chasis antes mencionados, con el fin de adaptarlos a nuestro gusto o a las características del trazado. Y desde la pantalla táctil del salpicadero de 8 pulgados o el cuadro podemos consultar los registros deportivos y el estado del vehículo.
 
El i30 Fastback N mantiene las cinco plazas y un maletero con una capacidad de 450 litros, ampliables hasta los 1.351 si es necesario. El interior, como el exterior, también se remata con detalles más deportivos, y no defrauda tampoco a la hora de rodearse de una dotación de serie supercompleta. En seguridad incluye elementos como una frenada autónoma de emergencia, un asistente de mantenimiento de carril, un detector de fatiga del conductor, faros led, asistente de luces de carretera…
 
Hyundai i30 Fastback N, foto asientos delanteros
 
También contempla un climatizador bizona, acceso y arranque sin llave, asistente de arranque en rampa, control de crucero, sensores de luces, lluvia y aparcamiento, asientos delanteros eléctricos, calefactados y rematados en Alcántara, así como una amplia oferta multimedia. Todo por un precio de 39.250 euros, aunque la factura se puede 'aligerar' en 6.000 euros debido a la campaña de descuentos.
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Publicado el: 19/01/2019
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