Inicio > Hyundai > I40 > Pruebas y analisis > Hyundai i40, análisis asientos posteriores
estrellasestrellasestrellasestrellasestrellas

Hyundai i40, análisis asientos posteriores

 Dentro del mercado de las berlinas medias es habitual que la utilización de las mismas tenga cierto carácter de representación cuando se trata de la carrocería berlina y un mayor enfoque familiar al tratarse de los modelos station wagon. El Hyundai i40 apareció por primera vez, tanto en nuestro mercado como en el resto de Europa, con carrocería familiar, un hecho poco habitual pero que se justifica por el hecho de que en Europa dicha carrocería es la más demandada, situación que no obstante no ocurre en España. Por eso aquí hemos optado por analizar en profundidad la versión sedán, aunque bien es cierto que las ventajas de la carrocería familiar merecerían un tratamiento aparte.

Hyundai i40 CW foto trasera

 
Aun cuando se trata de uno de los modelos más cortos del segmento, el espacio que encontramos al subir a las plazas posteriores es tremendamente generoso, no sólo en altura sino, ante todo, en longitud. La anchura no está tan lograda pero, a fuerza de ser sinceros, pocos usuarios requieren más espacio que el necesario para transportar a dos adultos o dos niños, y éso es lo que aporta, y muy bien, el protagonista de nuestra prueba. En cuanto a los detalles del modelo es interesante destacar que, por ejemplo, cuenta con un sistema de ubicación de los cinturones cuando éstos no se utilizan, aunque por lo que se refiere a modularidad y como es habitual en una berlina, no dispone de ningún tipo de desplazamiento longitudinal o de inclinación de los asientos.
 
Estéticamente es de agradecer la salida de aireación posterior en la que, a pesar de no contar con un control del aire acondicionado independiente, permite una buena dirección del aire así como obtener la sensación de no ser usuarios "de segunda". No obstante hemos de decir que lo abultado de su diseño se nos antoja algo peligroso para los ocupantes traseros en caso de choque, significando un demérito en cuanto a seguridad pasiva. La existencia de un reposabrazos central mejora el confort general del conjunto, que sería aún mayor si ofreciera, además de los dos sujetavasos existentes, algún hueco para dejar impedimenta.
 
 

 
La boca del maletero no puede definirse como amplia, contando además con un estrechamiento muy pronunciado en la zona de unión con el habitáculo, con lo que se limita el aprovechamiento general que sí posibilita la existencia de respaldos posteriores abatibles asimétricamente. Desde el maltero podremos ver también la parte inferior del altavoz posterior (que no nos engañemos, ocurre también en vehículos de gamas altas) así como el sistema, no demasiado elaborado, de cierre del maletero.
 
La rueda de repuesto es de tipo galleta y se encuentra bajo el piso del maletero en una ubicación en la que, considerando el aspecto, creemos que quizás podría entrar una rueda de repuesto de tamaño normal. Para finalizar, el sistema de cierre del maletero es de los que perjudican el estibado de objetos de gran tamaño por ocupar cierto hueco en el portaequipajes, aunque a día de hoy son pocos, muy pocos, los fabricantes que optan por elaborados sistemas de apertura que no cuentan con este problema.
 
 
Artículos relacionados con la prueba del Hyundai i40:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
945826
Publicado el: 15/05/2012
¿No es el coche que estabas buscando?
→ Encuentra la prueba que buscas pinchando aquí ←

Encuentra la prueba que buscas

Encuentra todas las pruebas que hemos publicado seleccionando marca y modelo.

Seguro Express
¡Calcula el seguro de tu coche en
tan sólo 30 segundos!

Quizás también te interese