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Desarrollado exclusivamente para el mercado europeo, el Kia Sportage será muchas cosas, pero que no pasa desapercibido damos fe de ello. Y se agradece porque al menos da que hablar cuando la silueta SUV se extiende como la pólvora y muchos piensan que todos los coches son ya iguales.
Original, tamaño compacto y una amplia gama que contempla versiones de
gasolina, diésel, híbridas ligeras, enchufables y la equilibrada autorrecargable, que es la probada en esta ocasión. Y lo hacemos, además, con
el acabado superior GT Line ligada a la tracción total, aspecto que incrementa la factura hasta los 49.925 euros. Si te apañas con tracción delantera y un acabado más modesto el precio se queda 38.325 euros.
Medidas del Kia Sportage HEV 2022
Bajo esta atractiva apariencia el modelo ‘eurocoreano’
alcanza los 4,52 metros de longitud, 1,87 de ancho y 1,65 de alto, mientras que la distancia entre ejes se va hasta los 2,68 metros. Sí, son unas dimensiones muy similares a las del
Hyundai Tucson, su alma gemela con la que comparte plataforma y tecnología en el seno del Grupo
Hyundai.
Etiqueta medioambiental del Kia Sportage HEV
El Sportage ya te permite disfrutar de la tecnología hí
brida autorrecargable, y eso conlleva la
etiqueta medioambiental ECO. La nueva plataforma la contempla con una variante que rinde 230 CV de potencia y 350 Nm de
par máximo. Para ello combina el trabajo de un bloque de gasolina turboalimentado de 1.6 litros de 180 CV, con otro motor eléctrico que aporta otros 42,2
kW (60 CV). El protagonismo a la hora de impulsar el vehículo lo puede tomar uno, el otro o los dos a la vez.
El inicio de la marcha se produce siempre de manera eléctrica. No hay un mando EV que fuerce este tipo de conducción eléctrica, pero si somos cuidadosos con el acelerador puedes completar casi cuatro kilómetros sin consumir gasolina.
La batería de 1,49 kWh de capacidad que alimenta el generador no da para más, pero lo bueno es que se carga muy rápido (por efecto de la frenada regenerativa o contribuyendo de manera directa el propio
propulsor térmico) para mantener en constante ‘tensión’ el funcionamiento
híbrido.
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La gestión de todo el potencial recae sobre una
transmisión automática de seis relaciones, con convertidor de par. Personalmente me parece más recomendable que la opción de un variador continuo por el que apuestan algunos de sus rivales, sobre todo en carretera. Ojo que el variador es casi insuperable a nivel de confort y refinamiento si nos movemos por la ciudad y sus alrededores, pero ya en carretera, y no digamos nada en conducción dinámica, o al realizar un
adelantamiento, el resultado es más ‘áspero’ porque se incrementa la rumorosidad y se produce un efecto ‘patinamiento’ no demasiado agradable.
Lo dicho, el Sportage es de los pocos híbridos autorrecargables que convence con su cambio por convertidor de par. Eso sí se apostamos por la función secuencial sólo la podremos realizar sobre las levas del volante, ya que en la consola central recurre a un mando giratorio muy simple para accionar los modos D, N, R y Parking.
Consumo del Kia Sportage HEV 2022
El Sportage HEV es un vehículo agradable y bastante eficiente. Cierto que
el consumo de 7,4 litros de media registrados durante la prueba no bate récords, pero hablamos de un vehículo que supera los 1.700 kilos y, recordemos, eroga 230 CV. Como suele ser habitual en este tipo de vehículos, cuanto más nos alejamos de la ciudad, menos eficiente es el sistema híbrido. De hecho, en autopista a velocidad mantenida de 120 km/h, el aporte eléctrico es prácticamente nulo. Señalar que el consumo medio homologado por la marca es de 6,3 litros cada 100 kilómetros para esta
versión. En cualquier caso, con el registrado durante la prueba, y
gracias a los 52 litros del depósito de gasolina, nuestro protagonista puede cubrir hasta 732 kilómetros sin repostar.
Prestaciones del Kia Sportage HEV 2022
También nos ha llamado la atención su rendimiento, superando con creces los datos oficiales. Nuestra unidad ha firmado un 0-100 km/h en 7,9 segundos (8,3 es el dato oficial) y recupera de 80 a 120 km/h en 4,9 segundos.
La velocidad máxima es de 193 km/h. Son unos números muy atractivos que realzan su solvencia en todas las mediciones y circunstancias.
Para lograr esos registros debemos activar el modo Sport en el asistente de conducción, que también contempla el perfil ECO. Ya hemos indicado que portamos el acabado GT Line, de corte más deportivo, pero sólo estético, porque no conlleva ninguna mejora dinámica a nivel de chasis. Nuestra unidad sí que presume de un control electrónico de la suspensión.
En cualquier caso el equilibrado chasis, con esquemas independientes en ambos ejes (
McPherson delante y multibrazo detrás), y el
valor añadido de la tracción total ayudan a completar un comportamiento bastante ágil, aunque no es una referencia. Tampoco en otras cosas, pero en conjunto todo lo hace bien y la nota media en todos los frentes le convierte en un rival de cuidado.
Incluso esta versión del Sportage se atreve con ciertos pinitos off road. La altura libre al suelo es de 17 centímetros (muy normalita), pero cuenta con aliados específicos para explotar su lado más aventurero. Así, el asistente Terrain nos permite seleccionar los modos Nieve, Barro y Arena, optimizando la motricidad para cada tipo de superficie. Con los dos últimos se activa de inmediato el control de descensos.
‘Pistero’ por naturaleza, nos permitirá superar más obstáculos de los que un conductor medio afrontará nunca, aunque el perfil asfáltico de los neumáticos 235/55 R18 no ayuda en este aspecto. Sí que contribuyen, sin embargo, a registrar unas distancias de frenado soberbias (se detiene por completo desde 100 km/h en 34 metros).
Interior del Kia Sportage HEV 2022
Analizados su sistema híbrido y dinámica, toca ahora hablar de su interior y dotación. Tampoco defrauda lo más mínimo en este sentido.
El habitáculo es amplio y se remata con rigor a nivel de calidad. Nos recibe con unas confortables butacas delanteras con regulación eléctrica, calefactadas y ventiladas. Y por delante encontramos un cuadro de mandos digital y configurable de 12,3 pulgadas, el mismo tamaño que la pantalla táctil multimedia unida al cuadro y orientada hacia el conductor.
Nos gusta que se haya sacado la climatización del ‘mundo digital’ para que resulte más intuitiva de gestionar. También hay que destacar elementos como el cargador inalámbrico para el smartphone o el equipo de sonido Harman Kardon que porta de serie.
Detrás ofrece un amplio espacio para las piernas, favorecido por un piso prácticamente plano que ayuda al acomodo de la plaza central. Presenta salidas de aire y la tercera zona de climatización independiente en esas plazas. La batería se ubica debajo de la banqueta, por lo tanto no hay mermas en
habitabilidad con respecto a otras versiones, pero impide que cuente con regulación longitudinal. Sí que presenta un respaldo (40/20/40) con varias regulaciones en inclinación para para poder colocarlo a nuestro gusto.
Maletero del Kia Sportage HEV
Tampoco hay recortes en el
maletero, que brinda una
capacidad de 587 litros, más incluso que las otras variantes híbridas de este modelo, ya sean ‘mild hybrid’ o enchufables. El motivo es que estas últimas sí que ubican sus baterías en una zona que merca en parte la capacidad del compartimento de carga. Accedemos al maletero por medio de un generoso portón eléctrico con función manos libres, que también se ofrece de serie y resulta muy útil cuando vamos con las dos manos ocupadas.
Seguridad del Kia Sportage HEV 2022
Su avanzada dotación tecnológica le permite presumir de cierta capacidad de conducción autónoma. Bajo el paraguas DriveWise se incrementa la seguridad con elementos como el asistente de conducción en autopista. Esta tecnología nos permite mantener la distancia con el vehículo que llevamos delante, manteniendo la trayectoria en el carril, acelerando y frenando por sí mismo, y ajustando la velocidad a los límites permitidos.
Destacar también el asistente de frenada en ciudad que reconoce peatones y ciclistas, y que incluye una función de cruce que evita colisiones frontales al girar. Otro elemento sumamente avanzado es el control del ángulo muerto. Y al activar el intermitente en un desplazamiento lateral, en el cuadro de mandos nos ofrece imágenes en tiempo real del lado correspondiente para asegurar la maniobra.
Ni qué decir de su oferta multimedia. Además de
conectividad Android Auto y Apple CarPlay, la aplicación
Kia Connect permite monitorizar el vehículo, entre otras cosas, para conocer su estado de salud de manera remota desde el móvil.
Tampoco parece que vaya a ser un problema aparcar. Además de los sensores, cámaras y sistema automatizado para realizar esa maniobra, esta versión híbrida (también la enchufable) contempla de serie, con el acabado GT Line, el denominado sistema inteligente de estacionamiento remoto (RSPA). Se trata de una tecnología que permite aparcar y desaparcar de forma segura cuando las plazas de garaje son estrechas (muchas en estacionamientos antiguos) y nos impiden abrir las puertas con cierta comodidad para salir o entrar en el vehículo.
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Con este avanzado sistema debemos situar al vehículo delante del hueco disponible en batería, activamos la cámara cenital que nos ofrece una imagen de todo lo que rodea al Sportage, salimos del coche y lo cerramos.
Ya desde fuera accionamos el mando a distancia para que arranque y podemos controlar su movimiento, marcha atrás para aparcar, o hacia delante para que salga de la plaza donde estaba estacionado. De esta forma evitaremos estrecheces, incomodidades o mancharnos la ropa al rozarnos con la carrocería. Basta con dejar de accionar el mando para que el vehículo se pare, y si detecta algún obstáculo que no hemos visto, se detendrá por iniciativa propia.
Rivales del Kia Sportage HEV
Su peor rival se encuentra en casa, en forma del
Hyundai Tucson, también híbrido autorrecargable y con la misma potencia y tecnología que el Sportage. El
Ford Kuga también contempla una variante HEV y el
Nissan Qashqai tiene dos variantes ‘mild hybrid’ que le permiten, igualmente, acceder a la etiqueta medioambiental ECO con una tecnología más modesta.