Como decíamos al principio, el Lamborghini 350 GTV que sirvió como carta de presentación de la marca tuvo como primer calzado unos neumáticos Pirelli. Aquella fue la primera pero no la última colaboración de dos amantes del deporte del motor. La marca del toro elaboró en 1966 el afamado Lamborghini Miura, y Pirelli lo calzó de nuevo utilizando los Pirelli Cinturato HS CN72 en medidas 205 VR y llanta 15 (ahora serían tachados de pequeños)
Pero fue en 1971 cuando apareció el que quizás sea el Lamborghini más recordado por la memoria colectiva, el todopoderoso Countach, un vehículo tan sorprendente como especial merecía un calzado igual de convincente y por ello la marca italiana eligió el Pirelli P7 como equipamiento original del modelo. Tan buenos resultados dio dicho binomio que la versión aniversario del Countach de 1988 adoptó los Pirelli P Zero como equipamiento.
Y los más conocedores del mundo del motor puede que recuerden lo que en su día pudo parecer una locura aunque hoy se muestre como producto común; la creación de un todo terreno con prestaciones de deportivo. El Lamborghini LM002 era único a mediados de los ochenta, con unas prestaciones de deportivo y una estética completamente TT participó en el París-Dakar de 1988 y montó los Pirelli Scorpion.
El Diablo con las PZero, el Gallardo, el Veneno... todos ellos fueron modelos de Lamborghini que pasaron su potencial al suelo a través de neumáticos Pirelli. La creación del Lamborghini Aventador LP700-4 Pirelli Edition no es por tanto el fruto de un acuerdo puntual, es la última muestra de una colaboración en la que se unen pasión, deportividad y exclusividad.