Durante la presentación del nuevo Mazda MX-5 los responsables de la marca no pararon de comentarnos que los ingenieros encargados de su desarrollo tenían un único objetivo; dibujar una sonrisa en los labios de los conductores. Tal y como veremos más adelante en la prueba de conducción, parece que consiguieron dicho objetivo en el apartado dinámico... y también parece que la gente de marketing quiso añadirse a la fiesta, pues Mazda ofrece la nueva generación mejorada a un precio inferior a su predecesor.
La oferta mecánica del Mazda MX-5 se extiende a dos únicas motorizaciones Skyactive de gasolina que aportan 131 CV en el caso del 1,5 litros y 160 CV para el 2,0. La gama no se complica en exceso, ofreciéndose cuatro acabados (Style, Style+, Luxury y Luxury Sport) que podrán combinarse con ambos motores salvo en los dos extremos, dejando el Style unicamente para el 1,5 y reservando el Luxury Sport para el motor más potente. En ambas mecánicas se opta por un cambio manual de seis marchas.
Con la nueva generación llega un equipamiento más amplio, como los faros Full LED o las luces diuranas, el botón de arranque o el control de crucero, y todo ello desde la versión más básica Style. En el Luxury encontraremos Navegador, sensores de aparcamiento trasero o acceso sin llave entre otros elementos. A pesar de ello el precio de salida del Mazda MX-5 2016 se sitúa en 25.000 euros frente a los 25.350 euros de su predecesor, contando además con un motor 6 CV más potente.