Tras el lanzamiento de las versiones AMG en los nuevos CLA y Clase-A de 360 caballos y el recién estrenado Clase-E de hasta 580 caballos, parece que a la firma alemana se le había quedado corta la potencia en la Clase-C, por lo que ha decidido lanzar una nueva versión deportiva donde el habitual preparador de la marca ha elevado la cifra hasta 507 caballos, gracias a la adopción de tecnologías procedentes del SLS AMG. La mejora se completa con unos frenos de competición específicos, llantas más anchas y un look más agresivo. En España llegarán a partir de junio en sus tres carrocerías, cupé, berlina y familiar, aunque ya se aceptan pedidos. Su precio, impuestos incluidos, se ha fijado en 95.710 euros para la carrocería berlina de cuatro puertas, 97.585 euros para el familiar (Estate) y 98.010 euros en el caso del cupé.
El incremento de potencia con respecto al anterior C 63 AMG es de nada menos que 50 caballos, utilizando el mismo propulsor atmosférico de ocho cilindros en V de 6,3 litros. Sus 507 caballos y 610 Nm de par máximo lanzan a este nuevo modelo de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 4,2 segundos (4,3 en el Estate), rebajando en dos décimas al C 63 AMG standard (457 caballos) y en una décima al mismo modelo equipado con el Paquete AMG Performance (487 caballos). La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 280 km/hora, 30 km/hora más que su antecesor gracias a la incorporación de serie del paquete AMG Driver. Para sacarle el máximo partido, la marca ofrece con este modelo un curso de conducción impartido por los pilotos de la AMG Driving Academy. El consumo homologado es de 12 litros a los cien kilómetros, mientras que las emisiones de CO2 alcanzan los 280 gramos por kilómetro.
La tecnología que estrenó el súperdeportivo SLS AMG se ha hecho hueco en este modelo, ya que incorpora sus pistones forjados y las bielas y cigüeñal de construcción ligera, que permite rebajar el peso en tres kilos. Las llantas de radios cruzados de 19 pulgadas montan unos neumáticos con medidas 235/35 delante y 255/30 detrás, mientras que en el equipo de frenos se ha optado por instalar unos discos de composite autoventilados y perforados, con pinzas de aluminio de seis pistones delante y de cuatro detrás. La caja de cambios es la automática Speedshift de siete velocidades, con palanca en la consola central y levas en el volante.
Para quienes busquen el acabado más exclusivo, Mercedes-Benz ofrece algunos elementos opcionales, como el diferencial autoblocante AMG en el tren trasero, llantas de 18 pulgadas con neumáticos 235/40 delante y 255/35 detrás, tren de rodaje deportivo AMG Performance, molduras de fibra de carbono en negro brillante o el sistema multimedia AMG Peformance Media. La pintura exterior "designo platino magno" de las imágenes es exclusiva para esta versión, también en opción.
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