¿Resurrección de Fisker?

Por Arturo Danielle

Chino, californiano y... ¿resucitado?

En agosto de 2007 se fundó una compañía que durante un tiempo mantuvo en jaque a fabricantes de mucho mayor nombre y capacidad. De siempre se ha sabido que el diseño ha sido una de las más potentes características de los vehículos de éxito, y por ello no nos extraña que siendo Henrik Fisker el fundador de la compañía, su éxito en cuanto a diseño estuviera prácticamente asegurado.

Y es que el bueno de Henrik había pasado su carrera anterior diseñando vehículos tan espectaculares como el Aston Martin DB9, el BMW Z8 o el Artega GT, ni que decir tiene que cuando fundó su propia compañía decidió que los Fisker iban a ser, cuando menos, tan bonitos como aquellos, y de ahí nació el espectacular Fisker Karma.

Aun así, la creación y supervivencia de una compañía depende de muchos factores, y estos no fueron totalmente benévolos con un fabricante que se presentó como uno de los primeros en realizar vehículos híbridos enchufables. Problemas financieros y de suministro de baterías (entró en bancarrota el fabricante que las proporcionaba) llevaron a Fisker a vender, en febrero de 2014, todos sus activos a la compañía china Wanxiang, que anunció que fabricaría de nuevo el Karma pero que, hasta la fecha, no parecía haber dado ningún paso más.

A día de hoy, sin embargo, la rumorología pasa a ser casi una afirmación en cuanto a la reanudación de la producción de Fisker. Y es que varios medios (Fortune.com ) anuncian ya la inminente apertura de una nueva factoría en California así como la contratación de cientos de trabajadores.

Habiéndose fabricado casi 2500 unidades desde 2011 y con alguna que otra "historia para no dormir" en su haber, Fisker podría volver de nuevo para plantar cara en un panorama que ha cambiado pero que es, si cabe, terreno mejor abonado para la creación de vehículos ecológicamente respetuosos y pasionalmente atractivos.

Autor: Arturo Danielle