Entre los aspectos más destacados del nuevo Rio está un habitáculo que ofrece una sensación de amplitud por encima de la media del segmento. Con un diseño interior muy aceptable, los materiales y colores se utilizan a la perfección para aportar una buena calidad percibida. Así, el plástico más cercano a conductor y acompañante tiene un tacto blando que contrasta con el de los plásticos más alejados, que son duros. En este sentido me ha recordado al Ford Fiesta, aunque con menos diseño interior. La calidad general está por encima de la media del segmento.
En cuanto a espacio las plazas traseras salen muy bien paradas, siendo la anchura general el punto menos fuerte del conjunto. El respaldo posterior se abate asimétricamente para dar mayor cabida al maletero si fuera necesario, mientras que en este último encontraremos un kit antipinchazos en los acabados inferiores (Basic y Drive) y una rueda de emergencia si se trata del Concept o el Emotion.
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