El Ford GT es un automóvil de propulsión impulsado por un V6 ubicado entre ambos ejes que, gracias a la sobrealimentación de dos turbos, alcanza los 600 CV de potencia máxima. La utilización de materiales ultraligeros así como elementos de aerodinámica activa como, por ejemplo, un spoiler retráctil, forman parte de las características de un deportivo destinado a convertirse en mito igual que su ancestro.
Nada como disponer de una buena relación peso/potencia para lograr buenas prestaciones, y desde Ford aseguran que el GT será uno de los coches de producción con mejor relación peso/potencia del mundo. Así, en el Ford GT se ha recurrido a la fibra de carbono para conseguir un peso reducido, obteniendo con ello mejoras en aspectos tan determinantes del carácter deportivo como la aceleración, la capacidad de frenada o la estabilidad. A la célula central de fibra de carbono del Ford GT se ancla un subchasis delantero y otro trasero, ambos de aluminio, creando con ello una estructura tremendamente fuerte al tiempo que ligera.