F1: dos millones en "tías"...

La F1, no lo olvidemos, es uno de los mayores espectáculos del mundo. Y lo es no precisamente por sus emocionantes carreras, que las hay, sino porque genera en sus protagonistas un entorno muy especial: pilotos atractivos y ricos en su mayoría, aunque otros no tanto, pero casi todos formando parte de una élite especial. En este entorno lleno de sofisticación “humana”, y también técnica, claro, que además favorece un interés casi morboso dentro y fuera de la pista, hay otros elementos que nada tienen que ver con las carreras pero que froman parte primordial en este mundo. Dicho esto, hoy me atrevo a desvelar un cifra que no despiertan un gran interés en este deporte, pero que a más de uno va a sorprender.

A lo largo de esta temporada, el entorno de laF1 ha utilizado (sin ánimo de ofender,) más o menos, un total demedio millar de “babes”, de chicas escandalosamente atractivas. Se trata de lo que ya en otras ocasiones he comentado: de esos exquisitos “jarrones chinos” que con su belleza, buena parte de erotismo y presencia realizan las funciones de “azafatas” de los patrocinadores, de los equipos, o como simples modelos en el “paddock” que sin hacer nada, la verdad es que hacen mucho en un universo dominado por los hombres; al menos alegran la vista...

Con datos conseguidos por medio de una de las muchas agencias que “venden” este, digamos, servicio, la facturación solo por las“chicas” ha alcanzado, en unos momentos económicos difíciles, un valor superior a dos millones de euros, eso solo como coste básico de las “babes” que incluye su presencia los sábados y domingos, ya que los viernes no se incluyen en este paquete, a no ser que el cliente desee que, precisamente un viernes, estén presentes en actos privados de promoción de su marca. En ese caso se paga aparte. Por ello cuando hablamos de F1 hablamos siempre de unas cifras escalofriantes, pero la F1 necesita de estos gastos que, en una empresa, administrativamente los definirían como: gastos suntuosos.

Dos millones de euros, con perdón, en “tías”. Una anotación que en los balances de cualquier empresa estremecería a más de uno, pero que en el caso de la F1 se justifica por sí mismo. Quién decide estar presente en laF1 ha de tener muy claro que no podrá ir de "pobre". Deberá invertir en “adhesivos” en las carrocería del monoplaza, en “parches” en la ropa del equipo y en el mono del piloto y también en “tías”. Otra vez pido perdón por la expresión, pero -aún a costa de ser barriobajera- es la que mejor define este apartado de obligado cumplimiento en la Fórmula Uno actual.