En la versión probada no hemos encontrado el reposabrazos trasero
Destinado al entorno urbano como muchos de sus rivales, el Tivoli probablemente se convertirá en muchas ocasiones en el vehículo familiar para llevar a los niños al colegio. El espacio en las plazas posteriores permite sin embargo un buen acomodo de dos adultos (tres serán siempre multitud) mientras que los niños tendrán espacio sobrado pero no muchos huecos, pues sólo se cuenta con los existentes en las puertas, que tampoco son demasiado amplios.
Nos ha sorprendido encontrar en los respaldos de las plazas posteriores unas cuerdas elásticas que hacen una buena función estética y una pésima función como red de carga. Hablando de carga tampoco podemos pasar por alto que la boca de carga del Tivoli es más pequeña de lo habitual debido a lo alto que se sitúa la apertura con respecto al suelo. Dicha circunstancia será favorable para la rigidez torsional del conjunto (y por tanto favorable para la seguridad activa) pero limita el confort de carga y la polivalencia del maletero. Aun así, el espacio es bastante ampio y al abatir los asientos (con posibilidad de 60/40) se consiguen más de 1000 litros.