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SEAT Mii, análisis plazas delanteras

El modelo más urbano de la gama SEAT cuenta con unos asientos delanteros de una sola pieza que priman el atractivo y la reducción de costes sobre el confort, pues con un reposacabezas fijo los usuarios no pueden ajustarlo a sus deseos. Además, este tipo de asientos perjudican también la visibilidad hacia delante de los ocupantes de las plazas posteriores y, dado que se supone que éstos serán habitualmente niños, su ya reducida capacidad para ver hacia delante se ve incluso más mermada. Afortunadamente, otros elementos como la palanca que permite inclinar los asientos, están mejor estudiados, pues ésta se sitúa entre los asientos en vez de estar en la zona de las puertas, permitiendo con ello una mayor facilidad de uso.

 
El volante no cuenta con regulación en profundidad, aunque a decir verdad la postura de conducción se consigue sin problemas salvo por el hecho de que los conductores relativamente altos (más de 1,75 metros) tendrán serias dificultades para ver la zona alta del velocímetro. La distancia al pomo del cambio es la adecuada, pues aunque queda muy cerca del conductor ello se debe a las lógicas limitaciones de un vehículo de su tamaño. Siendo exigentes diríamos que quizás habría que haber ubicado la palanca en una zona superior, lugar donde habría permitido además un mejor aprovechamiento del espacio. El confort climático queda limitado en parte por la ausencia de aireadores frontales en la zona central del salpicadero lo que, en climas muy cálidos, puede resultar un problema a la hora de intentar refrescar el interior.
 
 

 
La zona central del salpicadero, dependiendo del acabado, puede estar realizada en un plástico liso de diferente color, aportando una imagen diferente y bastante acertada (a nuestro modo de ver). Los remates generales son buenos y la sensación de calidad muy elevada, por encima de la media de sus rivales. Un elemento realmente afortunado del Mii es el SEAT portable System, un sistema de infotainment de la marca que ofrece al usuario la posibilidad de contar con elementos como navegador, sistema de ayuda al aparcamiento, ordenador de a bordo, conexión bluetooth o información de velocidad y revoluciones del vehículo y que, además, es extraíble. Con un precio muy aquilatado (menos de 300 euros a día de hoy). Curiosamente uno de los pocos datos que no puede ponerse en el sistema es el velocímetro; una lástima, porque así al menos se solucionaría en parte el problema de la visibilidad.
 
Otro aspecto claramente mejorable es el de no contar con un mando para el elevalunas del acompañante en el lado del conductor, y es que en ciudad puede ser muy útil circular con las ventanas abiertas en vez de utilizar el aire acondicionado, de hecho en tales circunstancias se consume menos con las ventanillas abiertas y, si es suficiente para refrescar el habitáculo, será más eficiente y, para muchos, más agradable. 
 
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Publicado el: 07/12/2012
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