El Plan 2000E sigue tirando del carro

Desde que el Gobierno lanzara, el pasado mes de mayo, el Plan 2000E, no he dejado de reconocer lo útil de esta medida y los beneficios que acarrearía para el sector del automóvil. Parece evidente que cualquier iniciativa que subvencione, en mayor o menor medida, la compra de automóviles servirá para la recuperación de los volúmenes de ventas de vehículos y por lo tanto se puede decir que este programa de ayudas directas funciona.

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha dado a conocer los datos de las operaciones de compra de coches que se han acogido al Plan 2000E desde que diera comienzo, hace unos cinco meses. Así, en este periodo se han suscrito 117.206 operaciones de estas características, lo que supone una cifra bastante relevante, teniendo en cuenta los pobres ratios de ventas contabilizados antes de que se lanzara esta medida.

Estas más de 117.000 operaciones representan más de la mitad de las que contempla el Plan, puesto que éste finalizará cuando se alcancen las 200.000 operaciones, aunque si sigue a este ritmo, no me extrañaría que este programa terminara en enero del próximo ejercicio. Dicho esto, no quiero dejar de reconocer el efecto positivo que está teniendo esta acción sobre el sector del automóvil y sobre sus ventas.

Sin embargo, como siempre, no es oro todo lo que reluce y a pesar de que no se puede negar que es una buena medida, sí que se pueden puntualizar un par de aspectos. El primero de ellos es que si bien los datos de ventas, sobre todo a particulares, son buenos, no nos podemos dejar engañar, puesto que las comparaciones se hacen respecto a las cifras de 2008 y éstas fueron desastrosas. El segundo punto que quiero comentar es que no entiendo muy bien que si el Gobierno decide poner en marcha este plan de ayuda al automóvil, luego salga con un aumento del IVA, que repercutirá sobre esta industria y puede dé al traste con todos los logros experimentados. Espero que se recapacite y se exima a este dañado sector de esta subida.